El Gobierno de EEUU demandó a la empresa calificadora Standard&Poor’s por inflar las calificaciones que daba a productos financieros de alto riesgo antes de la crisis.
El Departamento de Justicia pedirá una suma de al menos u$s 5.000 millones por defraudar a inversores. Según los investigadores del caso, la empresa presentó como objetivas ciertas calificaciones deliberadamente infladas para los bonos hipotecarios conocidos como CDO (obligaciones de deuda colateral), con el fin de lucrar.
El fiscal Eric Holder explicó que el fraude se produjo entre marzo y octubre de 2007, el periodo final de la burbuja inmobiliaria, cuando “casi todas las CDO respaldadas por una hipoteca única y calificadas por S&P no sólo dieron un pobre rendimiento, sino que fracasaron”. “Esta supuesta conducta es indignante y está en el centro de la crisis financiera de 2008”, aseguró..
La demanda civil se presentó ante el Tribunal Federal de Los Ángeles. Es la primera acción legal del gobierno contra una agencia de calificación de riesgo, consideradas por autoridades y analistas como un elemento clave en el estallido de la crisis. Los fiscales generales de seis Estados de EEUU y el Distrito de Columbia anunciaron que presentarán demandas similares contra S&P. “El deseo de S&P de asegurarse un buen margen de negocios, beneficios e ingresos, la condujo a una acción equivocada de tomar bonos que sabía que eran de plomo; y decirle al mundo, a través de sus calificaciones, que eran de oro“, indicó Tony West, fiscal general adjunto de EEUU.
“La agencia dio calificaciones de triple A a casi todas las CDO que valoró en este periodo. Y lo hizo pese a su propia información interna, que mostraba que las calificaciones en los bonos hipotecarios de los que dependía la calidad financiera de estos productos, no se mantendrían”, agregó. Para advertir luego que “al hacerlo, creemos que S&P representó un papel significativo para ayudar a llevar a nuestra economía al borde del colapso”.
Por su parte, los directivos de S&P consideraron que la demanda “no tiene fundamento y que se defenderá vigorosamente en los tribunales”. “Las acusaciones de que mantuvimos deliberadamente las calificaciones altas cuando sabíamos que debían ser más bajas, son simplemente falsas”, indicó McGraw-Hill, propietaria de Standard&Poor’s.