Jorge Calcagno es un vecino de la zona de Arenales y Garay. Esta mañana en el aire de la 99.9, expresó su enojo por la falta de políticas del Gobierno municipal para controlar los graffitis. “Venimos reclamando desde 2004, y recién ahora nos encontramos con el proyecto del concejal Abad”, señaló.
Los problemas de los vecinos con las constantes pintadas en los frentes se siguen diversificando en distintos sectores de la ciudad. La iniciativa presentada por el concejal radical Maximiliano Abad aparece como una esperanza de solución.
Esta mañana en la 99.9 habló sobre el tema Jorge Calcagno, vecino de la zona de Arenales y Garay. “Esto no es nuevo, ahora uno lo nota más descontrolado. Lo que estamos planteando los vecinos de esta zona viene desde el año 2004. Hice presentaciones en su momento ante el secretario de Gobierno, Pagni, y logré una respuesta a medias con un compromiso escrito que sólo se limitaba a mandar un control policial a la zona”, explicó. Consultado sobre la propuesta presentada en el Concejo Deliberante, se entusiasmó diciendo que “ahora nos encontramos con este proyecto de ordenanza del concejal Abad y los concejales se están dando cuenta de que hay una total ausencia de política municipal en este aspecto”.
Sin embargo, los reclamos que hacen hace ocho años cayeron en saco roto, porque nadie supo dar respuestas certeras: “lo peor es que uno no encuentra un marco donde canalizar el reclamo. Estamos pintando a un promedio de dos o tres veces al año, y afrontar el costo de pintura y mano de obra es un esfuerzo enorme. Algunos comerciantes han abandonado el tema y no quieren volver a pintar más. Uno se encuentra que 24 horas después de pintar una pared, está dañada nuevamente”, puntualizó Calcagno.
Volviendo al proyecto de Abad, el vecino destacó que “habla de delimitar el espacio y propone que la Secretaría de Cultura habilite lugares específicos para quienes pintan con fines estéticos o artísticos, aunque no termino de entender bien ese concepto”. Luego abundó: “hay cosas en los cuales la Municipalidad tiene que intervenir. El abandono en las políticas de Estado se refleja todos los días, más allá de este problema puntual”.
Las tasas municipales tendrían que servir para que estas cosas no sucedan y para no sumarles costos a los frentistas, como lo enuncia uno de los puntos del proyecto de ordenanza: “hay una parte de higiene urbana en la presentación de Abad donde se propone que la prestataria del servicio de higiene urbana, incorpore un servicio especial de limpieza de pintadas y graffitis, diciendo que el costo debe ser razonable y accesible para todos los clientes. Ya hay empresas que hacen esto a precios muy caros, pero estamos poniendo el carro delante del caballo”.
Refiriéndose a la situación que viven muchos de sus pares en la zona, Calcagno reclamó respuestas y resaltó nuevamente que “los vecinos ya estamos pagando lo suficiente por Alumbrado, Barrido y Limpieza, por servicios deficientes. No podemos agregar una tasa más a lo que ya pagamos”.