Josefina fue una las activistas que más trabajó para que los vecinos de la Villa de Paso pudieran tener su traslado, algo que todavía nunca se ha concretado. Esta mañana en la 99.9, reclamó respuestas del Gobierno municipal y denunció situaciones de violencia en la zona: “hay que entender que las cosas no se hacen con prepotencia, matando gente”.
El traslado de las familias que vivían en la Villa de Paso parece no terminar nunca. El proyecto se anunció e inició con mucha estridencia pero nunca se terminó de concretar, y eso ha generado situaciones que hoy los propios vecinos empiezan a denunciar.
Así lo hizo esta mañana en la 99.9 Josefina, una de las mujeres que más trabajó en su momento para que el traslado se concrete y hoy se siente decepcionada: “tenemos un problema que no sabemos si es político o no, están pasando cosas muy malas con las familias. Trabajé durante 10 años para tener mi casa en la Villa de Paso. Nos dieron una casa, pero todavía hay gente en viviendo ahí en medio de los ratones y las ratas, les han dejado toda la mugre, todos los escombros que sacaron los dejaron ahí”.
Mientras algunos todavía permanecen en la zona, otros sufren la inseguridad en el nuevo destino: “algunos elegimos el barrio El Martillo, pensando que íbamos a estar más tranquilos, pero no podemos dejar ni que los chicos vayan a la plaza. He pedido ayuda a las asistentes sociales y se lavan las manos diciendo que no tienen nada que ver. Quise ver al Intendente y no me atiende. Tengo 60 integrantes de mi familia en este lugar. Cuando tenían que limpiar la Villa de Paso me buscaron, pero ahora no me atienden”.
En esta situación aparece un grupo de violentos que está amedrentando a la gente que quiere vivir tranquila. “Hay un grupo al que le dicen ‘Los Sintecho’, son parte del Polo Obrero. No tengo nada contra esa gente, pero queremos dar una solución; se están enfrentando entre los vecinos, agrediéndose, todo por una vivienda. La empresa que debía hacerlas no las entregó a tiempo porque el Sr. Pulti hizo la campaña anterior con la plata de esta empresa y, entonces, no entregaron las casas”, denunció.
Mientras sigue reclamando una respuesta oficial, apeló a la conciencia de este grupo de personas que demandan una vivienda de forma inadecuada: “hay que entender que las cosas no se hacen con prepotencia, matando gente. Se han lastimado dos chicos que están internados. No me opongo a que adquieran su casa, pero no pueden hacerlo con violencia; los chicos no pueden volver de la escuela, no pueden ir a la plaza, porque se enfrentan en la calle”.
La calma nunca llega y el traslado no se completa. Por eso, Josefina reclamó: “viví casi 30 años en la Villa de Paso, crié a mis hijos honradamente. Si luche allá y jamás me hicieron nada, no entiendo por qué acá tenemos que vivir con miedo”.