El Dr. Lucas Ritacco, coordinador de la Unidad de Cirugía Asistida por Computadora del Hospital Italiano, explicó esta mañana en la 99.9 los detalles del revolucionario sistema de realidad virtual que presupone un avance muy importante en el tratamiento de cáncer óseo. Se trata de un simulador único en el mundo y en 3D que permite acelerar el proceso de planificación de la intervención quirúrgica e incluso practicarla.
La ciencia argentina avanza a pasos agigantados en algunos aspectos. Un grupo de investigadores del Hospital Italiano y el Instituto de Tecnología de Buenos Aires (ITBA), han creado un simulador de realidad virtual que revoluciona la cirugía de cáncer óseo.
Es único en el mundo y permite tener un modelo 3D de partes del cuerpo humano para mejorar la planificación de la operación e incluso poder practicar como se realizará la misma.
Los detalles sobre este novedoso avance, las brindó esta mañana en la 99.9 el Dr. Lucas Ritacco quien coordina la Unidad de Cirugía Asistida por Computadora del Italiano: “hace mucho que trabajamos en el hospital con un grupo que es histórico y se formó a principios del 1900. Para nosotros es un privilegio mantener esa línea de trabajo y hacer nuestro aporte y nuestro avance a la ciencia”, señaló.
El grupo interdisciplinario que han formado lo llevó a terminar esta idea de una manera efectiva: “lo novedoso es que somos de distintas especialidades. Habitualmente se trabaja médico con médico o ingeniero con ingeniero. Nosotros hoy tenemos un médico, un ingeniero, un diseñador industrial y todo enlazado con grupos de especialistas dentro del hospital. Somos un pequeño engranaje que hace andar la cosa de una manera”, agregó. Claro que además del propio Hospital Italiano, la tecnología está disponible para todos los especialistas que quieran acercarse a explorarla y conocerla. “Buscamos que ahora se implemente en otros lugares, que los ingenieros que estén interesados se acerquen al ITBA o al Hospital”, invitó Ritacco.
Si bien la técnica es completamente innovadora, aclaró que se han utilizado herramientas pre-existentes: “cuando hablamos de desarrollo, estamos hablando de la implementación de un método y para ello se necesitan insumos comerciales que ya están desarrollados. Muchas de las tecnologías que usamos aparecieron hace 15 años. Lo novedoso es que este sistema agiliza los procesamientos de las imágenes médicas”.
Desde que han empezado a trabajar con este método, las ventajas son cada vez mayores. “Hoy la planificación de una intervención es tierra de nadie a nivel mundial, al crear este espacio en el Hospital, fue in crescendo el planeamiento en simulación virtual porque se empezaron a notar más las altas y la ventaja de practicar una cirugía y ensayarla antes de ir al quirófano. Esto impacta en el tiempo quirúrgico”, contó el joven médico lujanense. Como ejemplo agregó: “ahora tengo un grupo quirúrgico de una paciente pediátrica que es bastante compleja y nos va a llevar unas dos o tres semanas planearla. En la mayoría de los hospitales del mundo, se planifica con radiografías o tomografías bidimensionales o con una foto de una tridimensión. Es como entender una escultura desde una foto”.
No sólo disminuye los tiempos, sino que le da al cirujano muchas más herramientas para su trabajo: “esto le da más información. Estoy hablando de pacientes que perdieron la anatomía normal y la experiencia del cirujano se vuelve frágil. Nosotros hacemos foco en que se debe planificar en estas intervenciones complejas donde la anatomía está desfigurada o las lesiones oncológicas que tienen difícil acceso y localización”.
Pero también tiene otros beneficios: “la disminución del tiempo de intervención disminuye también el tiempo de la cirugía y esto lleva a menos sangrado, menos anestesia, más seguridad para el cirujano ya que en algunos casos subtrata la patología porque tiene miedo de llegar a ciertos lados. Con este GPS podemos guiarlo para hacer un tratamiento complejo de la patología”, puntualizó.
Todos los que intervienen en el proyecto se han capacitado en el exterior, pero ahora, la situación es inversa: “el mentor del proyecto es Luis Aponte y en el año 2007 me consiguió todos los medios para formarme afuera. Estuve dos años viajando por distintos lugares y laboratorios, viendo tecnologías que no eran para oncología ortopédica, como un motor de un avión, autopartes; con el tiempo fuimos integrando eso y haciendo otras cosas propias acá”. Finalmente subrayó que “a mi de chico me decían que no haga investigación porque me iba a morir de hambre, porque no se podía en Argentina. La verdad es que hicimos un laboratorio donde no tengo nada que envidiarle a los lugares donde estuve e incluso vienen ahora de afuera para acá. No pueden entender, no le dan los números, no pueden creer como nosotros en la mitad del tiempo hacemos tres veces más”.