Esteban Wood: “La política pública en el país apunta a administrar el consumo de drogas, no a reducirlo”

El especialista en adicciones advirtió en la 99.9 sobre el incremento del consumo, de los niveles de THC en la marihuana y las consecuencias que ya está trayendo en un país donde no hay cifras de consumo actualizadas: “cuando se vuelva a medir, nos vamos a encontrar un escenario tenebroso“.

El crecimiento exponencial del consumo de marihuana está llevando a muchos problemas de salud pública que no se analizan con una mirada correcta, sobre todo por parte del estado que es el que permite que este tipo de situaciones proliferen.

El especialista en adicciones, Esteban Wood, se refirió en la 99.9 a lo que arrojan los distintos estudios internacionales al respecto: “hay documentos muy críticos de la ONU sobre el consumo en función de defender las convenciones internacionales sobre estupefacientes que son las que rigen el sistema internacional de control y que en muchos países como Argentina tienen rango constitucional. Por el otro lado, hay países que avanzaron en la mirada del progresismo y el libre mercado. También se discute lo que dice la ciencia porque se indica que no está comprobados los supuestos beneficios terapéuticos del cannabis, mal llamado, medicinal”.

Después de un lento trabajo desarrollado durante años, se ha llegado a instalar que lo que hace mal, en realidad es beneficioso para la salud y esa confusión genera muchos problemas: “ha llegado el tiempo en el cuál a lo malo se lo llama bueno y no estamos contemplando el impacto que esto está teniendo en jóvenes y adolescentes. Hay que comparar la potencia y la concentración del THC que tenían antes y lo que tiene ahora, intervenido por el mercado. Sobre todo en los comestibles como las gomitas, los caramelos o los brownies. Hay un complejo escenario en Estados Unidos cuando se analiza el ingreso a emergencias hospitalarias de niños menores a 6 años intoxicados por comer gomitas o caramelos que tenían sus padres”.

Ante todo este contexto, aparece el condimento industrial donde se busca generar fuentes de ingresos nuevas para regenerar una industria en declive: “las tabacaleras migraron su esquema de negocios hacia los vapeadores. Hay adolescentes que usan vapeadores para meter adentro la resina de alta concentración de cannabis para fumar eso. El daño que esto tendrá sobre los adolescentes es terrible”.

Uno de los principales efectos del consumo y del tipo de droga que se utiliza en estos momentos, es la generación de trastornos psicológicos que son cada vez más evidentes: “a medida que aumentó la concentración del THC en las plantas también aumentó la psicosis. Un informe habla de que 1 de cada 3 casos de psicosis tenía estrecha vinculación con el uso abusivo de cannabis en adultos. Está documentado, sobre todo como se disparan las patologías mentales con el consumo. Se dejó de medir la prevalencia del consumo de marihuana en Argentina, no se quiere medir porque no quieren ver. La política pública en el país, apunta a administrar el consumo y no a reducirlo“.

Cuando el estado es el encargado de dar vía libre a la producción de cannabis, es donde inevitablemente el consumo se incrementará: “la explicación más grande de porque aumentó exponencialmente el consumo de marihuana en adolescentes es la enorme disponibilidad que fue aprobada por un decreto del presidente de Alberto Fernández. Se habilitó el autocultivo, hay plantas de marihuana por todas partes, no hay campañas de prevención y todo eso hace que, cuando se vuelva a medir el consumo, nos vamos a encontrar un escenario tenebroso”.