El paciente Vincent Lambert es el centro de una viva polémica en Francia sobre la eutanasia.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos considera, en un fallo publicado este viernes, que es conforme a las normas europeas retirar la alimentación y la hidratación artificiales a un hombre que lleva casi siete años en estado vegetativo. La Corte con sede en Estrasburgo cree que se puede dejar morir a Vincent Lambert, un hombre de 38 años que quedó gravemente incapacitado a causa de un accidente de moto. El Consejo de Estado francés ya tomó esta decisión hace dos años, pero los padres de Lambert, en contra de la opinión de su esposa, recurrieron a Estrasburgo.
Vincent Lambert, un paciente que no puede expresarse y que lleva siete años en la cama de un hospital de Reims alimentado e hidratado de forma artificial, es el centro de una viva polémica en Francia sobre la eutanasia. Sufrió el accidente de moto en 2008 y hace tres años el equipo médico del hospital de Reims en el que está ingresado decidió retirarle la alimentación y la hidratación para dejarle morir, como pedía su esposa Rachel Lambert, que asegura que esa era la voluntad manifiesta de su marido antes de sufrir el accidente en caso de sufrir una situación similar. Es una voluntad que no dejó nunca por escrito en un testamento vital.
A partir de ese momento, se inició una dura batalla legal. Los padres de Vincent Lambert, católicos practicantes, lograron una primera sentencia para que se le volviera a conectar la alimentación y la hidratación, pero en 2013 el Consejo de Estado dictaminó que la decisión del hospital era conforme con la ley francesa, la llamada Ley Leonetti, vigente desde 2005. La apelación al Tribunal de Estrasburgo detuvo la decisión del Consejo de Estado hasta ahora.
La Ley Leonetti prohíbe el encarnizamiento terapéutico en caso de enfermedad irreversible y, por tanto, autoriza el cese de los cuidados que mantengan su vida de forma artificial en contra de su voluntad. La ausencia de testamento vital complica el llamado caso Lambert. El Tribunal de Estrasburgo ha dictaminado esta mañana que la decisión del Consejo de Estado francés de retirar todo tratamiento a Lambert es conforme al artículo 2 sobre el derecho a la vida de la Convención Europea de los Derechos Humanos.
La madre de Vincent Lambert, Viviane, ha calificado de “escándalo” la decisión europea y ha corroborado que seguirá peleando por la vida de su hijo. Su abogado Jean Paillot ha insistido en la decepción de sus representados y ha afirmado, como en anteriores ocasiones, que “Vincent Lambert no está ni enfermo ni terminal”.
Es probable que la conclusión del caso Lambert diste mucho de estar próxima. Los padres dicen que la situación ha cambiado radicalmente desde que el Consejo de Estado tomó su decisión. Aseguran que Vincent ya puede deglutir y que el médico que tomó la decisión de desconectarle, Eric Kariger, ya no trabaja en el hospital, lo que impide dar por buena aquella determinación. Esa decisión fue, sin embargo, colegiada y en ella participó su sucesora en el cargo, Daniela Simon. Kariger ha asegurado en declaraciones a France Info tras conocer el fallo europeo, que la situación médica de Lambert sigue siendo la misma y la comida por vía oral puede ahogarle.
En marzo pasado, la Asamblea Nacional aprobó por amplia mayoría una nueva ley que sustituirá a la Ley Leonetti. Esta nueva norma consagra el derecho de los pacientes a que no se les prolongue artificialmente la vida y su voluntad debe ser respetada. El testamento vital será vinculante. Pero en este caso no existe más que la palabra de su esposa. Los jueces europeos consideran en su fallo que el Consejo de Estado basó su decisión a favor de la desconexión en “testimonios suficientemente precisos para establecer cuáles eran los deseos de Vincent Lambert”. Jurídicamente, en todo caso, no hay apelación posible a la decisión de hoy en Estrasburgo, tomada por la Gran Sala por doce votos contra cinco.