Las autoridades de Madrid evalúan declarar como zona de catástrofe a la capital española después de Filomena, la histórica nevada caída durante este fin de semana y que ya causó cuatro muertes. El gobierno local pide colaboración a los ciudadanos para retirar la nieve de vías estratégicas de comunicación.
“Estamos viendo imágenes de guerra de bolas de nieve, de gente esquiando, y nosotros lo que queremos pedirle a esa gente y a todos los ciudadanos es que tengan fuerzas, que se encuentren bien, y que nos ayuden a retirar toda la nieve posible”, afirmó la presidenta regional (gobernadora) de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso.
Hasta el momento, se han reportado cuatro muertos por el temporal: un hombre de 54 años sepultado por la nieve en Zarzalejo; una pareja que murió después de que su coche fuera arrastrado por la corriente en Málaga y un indigente que murió de frío en Zaragoza.
Díaz-Ayuso advirtió que, tras la nevada más importante caída en la capital desde hace 50 años, ahora “quedan horas críticas para que esta nieve se convierta en una gran pista de hielo”, advirtió.
Además de árboles caídos, en Madrid la nevada hizo que la población saliera a la calle en esquíes, causó el cierre del aeropuerto, bloqueó calles, autopistas y vías ferroviarias. El único medio que se mantiene en funcionamiento es el metro, reportan los periódicos locales.
El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, evalúa la alternativa de declarar a Madrid como zona de catástrofe “como consecuencia de los daños y el estado en que se encuentra la ciudad”.
Según el diario El País, en Madrid y en Castilla-La Mancha se suspendieron las clases hasta el miércoles, aunque se levantó la alerta roja que regía desde el viernes. Otras cinco comunidades (Cataluña, Valencia, Andalucía, Aragón y La Rioja) se vieron afectadas por la nevada, aunque con menor incidencia. Todavía quedan cuatro provincias en alerta máxima: Castellón, Tarragona, Teruel y Zaragoza.