El Investigador Independiente de CONICET habló en la 99.9 sobre el financiamiento de 15 millones de pesos que recibieron para el desarrollo de recipientes de presión ultralivianos que se utilizarán en el vehículo espacial Tronador.
El Agencia de I+D+i perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación adjudicó al grupo de investigación en materiales compuestos de uso aeroespacial del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA , CONICET-UNMDP) un financiamiento de 15 millones de pesos para desarrollar recipientes de presión ultralivianos que se emplearán en el vehículo espacial Tronador.
El investigador independiente del CONICET, Exequiel Rodríguez es quien dirige el proyecto y contó en la 99.9 la importancia de este paso que han dado: “el proyecto del lanzador tomó fuerzas ya por el 2007 con muchos vaivenes presupuestarios, pero nunca se dejó de trabajar en eso. Nosotros estamos trabajando con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales desde el 2010 desarrollando distintos tipos de materiales para el cohete Tronador que es un desafío muy grande”.
Lo que han desarrollado es un elemento en particular que les lleva muchos años de trabajo: “en el INTEMA y la Facultad de Ingeniería nos especializamos en la temática de materiales compuestos livianos y resistentes y es por eso que nos convocaron también hace un par de años para empezar a desarrollar lo que son recipientes de presión o tanques; algo similar a lo que sería un tanque de GNC pero más grande y con más presión, que se utilizan para presurizar gases y combustible dentro del lanzador. El desafío es hacer algo lo más liviano posible porque el precio de un kilogramo puesto en el espacio es extremadamente caro y cualquier kilo que uno le pueda ahorrar a la estructura de la nave es útil”.
El trabajo les llevó muchos años y ahora es una nueva etapa la que afrontarán sabiendo que las derivaciones en el desarrollo de estas tecnologías pueden ser muy importantes: “es un prototipo que nosotros habíamos desarrollado pero ahora viene la etapa que le sigue que es el escalado y las pruebas para poder certificarlo y hacer que funcionen dentro del Tronador”.
Los países para desarrollar este tipo de implementos, deben comenzar literalmente desde la nada y por eso tiene mucho valor: “en cierto sentido en muchas de las cosas hubo que arrancar de cero porque la tecnología que alguien puede usar de manera dual, los países las protegen mucho y con cierta razón. Si bien Argentina tiene claramente un desarrollo 100% civil no te permiten conseguir las tecnologías, tenes que desarrollarla prácticamente de cero. Argentina tiene un doble fin con esto. Uno es ganar soberanía tecnológica y poder lanzar desde nuestro propio país, para nuestro propio desarrollo satelital; pero también hay una cuestión de derrame tecnológico importantísimo que se da con este tipo de proyectos”. Incluso agregó que “está súper estudiado que cada dólar que se invierte en el proyecto espacial, derrama casi en 10 en términos de desarrollo industrial por todas las capacidades nuevas que se ve obligado a generar el país”.
En el caso puntual de Exequiel Rodríguez, además, está iniciando su carrera para ser el Decano de la Facultad de Ingeniería y habló de la necesidad de un cambio: “la Facultad de Ingeniería tenía históricamente un rol protagónico dentro de la ciudad y un poco la sensación es que se ha ido perdiéndose. Actualmente además este proyecto que es muy ambicioso del punto de vista tecnológico, tengo otro personal que es que vamos a competir por tratar de llegar al decanato de la facultad”.
Como Decano quiere volver a esos parámetros que hubo antes y se han perdido: “creo que es una gran chance para aprovechar la inercia de las nuevas oportunidades del punto de vista de la tecnología para poner a la facultad si se quiere de nuevo en un rol absolutamente protagónico. Que todo el tiempo tener la facultad sea una gran diferencia para el ciudadano”.