Marruecos ha manejado con éxito la respuesta al coronavirus al optar, desde la aparición del primer caso, por la anticipación, que incluye la aplicación estricta del confinamiento, la adquisición rápida de mascarillas y respiradores, y la apuesta temprana por la vacunación con varios laboratorios.
En la primera fase, el gobierno actuó rápidamente para blindar su frágil sistema sanitario contra el colapso, y tras conseguir este objetivo destinó sus esfuerzos a garantizar la inmunidad colectiva mediante la vacunación.
Para evitar el descontrol de la pandemia, Marruecos decretó el pasado 22 de marzo, en una reunión extraordinaria del gobierno, el “estado de emergencia sanitaria”.
Esa medida limitó los desplazamientos ciudadanos a las profesiones esenciales o a las acciones estrictamente necesarias para aprovisionarse o responder a una urgencia sanitaria; tras tres meses de aplicación a rajatabla, más tarde fue suavizándose, aunque continúa el toque de queda a las 21.00 horas y las restricciones de viajes interprovinciales.
En paralelo, el gobierno marroquí empezó desde abril de 2020 las negociaciones simultáneas con varios fabricantes de vacunas para garantizar su adquisición en un mercado internacional que sufre una gran escasez de producción.
Este esfuerzo ha logrado reducir el número de los muertos por día de los 92 fallecidos (récord registrado el 20 de noviembre) a solo 4 en las últimos 24 horas -ahora la tasa de letalidad es de 1,8/100-, mientras que la ocupación de las camas de reanimación dedicadas a Covid-19 ha bajado del 39 % a 13 %.
Asimismo, el contagio diario ha caído de un máximo de 6.195 casos el pasado 12 de noviembre a 431 casos en las últimas 24 horas.
BLINDAR EL SISTEMA SANITARIO
Las restricciones al movimiento ciudadano fueron aplicadas con firmeza: los servicios de seguridad registraron durante el 2020 un total de 968.967 violaciones a la ley de emergencia sanitaria, y trasladaron a los tribunales a 196.972 personas, autores de esas infracciones.
El 7 de abril del 2020, cuando habían muerto 83 personas en el país por el virus, el Gobierno impuso la obligatoriedad de la mascarilla facial, y estableció penas de entre un mes y tres meses de prisión para los que no la portasen.
Para hacer las mascarillas asequibles, el Ejecutivo impuso un precio máximo de 0,80 dirhams (0,07 euros) por unidad, y movilizó a una serie de industrias nacionales para producirlas en masa (ocho millones de mascarillas diarias desde el pasado mayo) y distribuirlas en todo el país, con un ritmo que le ha permitido exportarlas fuera de sus fronteras.
Asimismo, el ministerio de Sanidad (que tuvo en 2020 un presupuesto de 1.740 millones de euros) proporcionó alrededor de 1.300 camas de reanimación, con un equipo médico de 985 especialistas, y compró 550 respiradores, entre otros equipamientos.
INMUNIDAD COLECTIVA
Marruecos ha vacunado ya a más de 4 millones de personas, y acaba de sumar la vacuna rusa Sputnik V a las de AstraZeneca y Sinopharm (británica y china, respectivamente), que ya está administrando; además, anunció la adquisición de la americana Johnson&Johnson ahora que la OMS la ha homologado.
El ministro marroquí de Sanidad, Khaled ait Taleb, atribuyó el avance de las vacunas, caso único en África, a la temprana apuesta del país por la vacunación como medida para conseguir la inmunidad colectiva “y reducir los daños a nivel sanitario, social y económico”, subrayó en una entrevista con Efe.
Ait Taleb explicó que Sputnik V ha sido homologada por el comité científico marroquí y su ministerio ha encargado al fabricante ruso un millón de dosis, preferentemente para entregar en dos partidas, en (marzo y abril).
La Campaña Nacional de Vacunación en Marruecos, que pretende inmunizar al 80 % de los marroquíes (30 millones), comenzó el pasado 29 de enero y tiene previsto terminar a finales de junio, siendo prioritarias las personas de más edad, el personal médico, la policía y el cuerpo docente.
La vacunación, gratuita para todos los mayores de 18 años (incluidos extranjeros residentes) fue ordenada por el rey Mohamed VI y se ha convertido en un ejemplo de éxito al lograr una cifra diaria media de 100.000 inyecciones.
La semana pasada, la Organización Mundial de Salud (OMS) felicitó a Marruecos por ser uno de los diez países a nivel mundial que ganaron el desafío de vacunación, con 4.169.133 vacunados con la primera dosis hasta ayer y 1.224.959 con la doble dosis.
Respecto al futuro, Ait Taleb señaló que el ritmo de la vacunación de la primera dosis se ralentizará en los próximos días por las dificultades mundiales en el suministro, pero confió en que la campaña nacional vuelva próximamente a su ritmo óptimo.