Las exportaciones marítimas de granos ucranianos están paralizadas este domingo después de que Rusia suspendiera su participación en un acuerdo que permitía estos envíos vitales para la seguridad alimentaria mundial, tras denunciar un ataque con drones contra su flota en Crimea.
El acuerdo para desbloquear los despachos de granos firmado por Rusia y Ucrania con la mediación de Turquía y la ONU es clave para aliviar la crisis mundial de alimentos provocada por el conflicto.
Este pacto permitió que fueran exportados nueve millones de toneladas de granos ucranianos y se esperaba que el acuerdo fuera renovado el 19 de noviembre
El sábado Moscú anunció que suspendía su participación después de que el ejército ruso acusó a Kiev de lanzar un ataque “masivo” con drones contra su flota en el mar Negro, lo que Ucrania calificó como un “falso pretexto”.
El presidente Joe Biden dijo que la decisión rusa es “indignante” y el secretario de Estado, Antony Blinken, afirmó que Moscú “nuevamente está tratando de convertir los alimentos en armas”.
Por su parte, la Unión Europea instó a Rusia a que “revierta su decisión”.
El centro que coordina la logística del acuerdo afirmó en un comunicado que no hay tráfico previsto para este domingo.
“No se alcanzó un acuerdo en el Centro de Coordinación Conjunta para el movimiento de buques de entrada y de salida para el 30 de octubre”, indicó. “Hay más de 10 buques tanto salientes como entrantes esperando para transitar el corredor”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, estimó que Rusia está bloqueando “dos millones de toneladas de granos en 176 naves cada día” que son suficientes para alimentar a “siete millones de personas”.
Además exigió a Moscú a que ponga fin a “sus juegos del hambre” y dijo que las explosiones fueron a más de “220 kilómetros del corredor de los granos”.
Ucrania y la ONU habían informado anteriormente que el acuerdo seguía en vigor.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski calificó la decisión de Rusia “como una intención absolutamente transparente de volver a la amenaza de una hambruna a gran escalada en África y Asia”.
En tanto, Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU afirmó que “es vital que todas las partes se abstengan de cualquier acción que pueda poner en peligro el acuerdo”.
“Afirmaciones falsas” –
La localidad de Sebastopol, en la península ucraniana de Crimea, que fue anexada por Rusia, ha sido blanco de varios ataques en los últimos meses y es el cuartel general de la flota rusa en el mar Negro y un centro de coordinación para las operaciones en Ucrania.
El ejército ruso afirmó que “destruyó” nueve drones aéreos y siete marítimos que atacaron el puerto en la madrugada del sábado.
“La preparación de esta acción terrorista y la formación del personal militar del 73º centro ucraniano de operaciones marítimas especiales fue llevado a cabo por especialistas británicos basados en Ochakov, en la región de Mikolaiv, en Ucrania”, aseguró el Ministerio ruso de Defensa en Telegram.
El ejército ruso también acusó al Reino Unido de estar implicado en las explosiones que provocaron fugas en septiembre en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico, construidos para transportar gas ruso a Europa.
El Reino Unido rechazó las acusaciones y dijo que el ministerio ruso de Defensa recurre a “la difusión de afirmaciones falsas de una dimensión épica”.
La portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajárova, dijo el sábado que Moscú llevaría ese asunto, así como el de los ataques con drones, ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Un ataque “masivo” –
La autoridad prorrusa de Sebastopol, el gobernador Mijaíl Razvojayev, dijo que el ataque fue el “más masivo” contra la península en lo que va del conflicto.
Los ataques contra Crimea se han multiplicado en las últimas semanas, en paralelo al avance de una contraofensiva ucraniana en dirección de la ciudad de Jersón, cercana a la península que sirve de base de retaguardia a la operación militar rusa.
Ucrania informó el sábado que en el frente sur del país sus efectivos “están resistiendo en sus posiciones y atacando al enemigo para crear las condiciones para más acciones ofensivas”.
Las autoridades de ocupación rusas de Jersón han prometido convertir la ciudad en una fortaleza, preparándose para un asalto que es inevitable.
En tanto, los separatistas prorrusos anunciaron el sábado un nuevo intercambio de prisioneros con Ucrania, afirmando que 50 efectivos de cada bando podrán volver a casa.