Fabián Calle: “Hay que ser prudentes cuando se habla de guerras, no dejarse llevar por euforias”

El analista internacional habló en la 99.9 a los dos frentes abiertos en Ucrania y en Medio Oriente, indicando que estado de situación atraviesan.

Los dos frentes de guerra más importantes a nivel internacional, están llegando a puntos destacados por distintas situaciones. Por un lado está la situación en la región de Kursk con una ofensiva de Ucrania sobre territorio ruso y por el otro, la lucha en Medio Oriente con la Franja de Gaza como eje.

Ambos temas fueron analizados por Fabián Calle a través de la 99.9. En principio habló sobre Ucrania y señaló que “lo que empezó sorpresivamente, excepto para la OTAN y para los ucranianos, el 6 de agosto se fue transformando en una operación que ya en terreno debe tener más de 10.000 hombres y con unos 600 o 700 km² controlados ya del territorio ruso y otros 300 o 400 en disputa, son más de 1000 km². Es todo el equivalente a todo lo que ocupó Rusia en Ucrania en el año 2024”.

Luego comparó que “uno lo hizo en ocho meses o siete meses y medio y el otro lo logró en 10 o 15 días. No sólo ya no es una operación de infiltración, sino que está llegando a lugares potencialmente críticos para el despliegue militar ruso, nodos logísticos. Es un cambio además del clima en la prensa, los medios especializados. Es un ejemplo de que hay que estar prudente en estas cosas. No hay que desbandarse con euforias”.

Ucrania pudo avanzar hacia una zona crítica con un movimiento de tropas importantes y eso nunca fue detectado por los militares rusos, lo cuál deja en evidencia las falencias que tienen: “fueron como mínimo, los primeros días, movimientos de 100 vehículos blindados a ruedas y tanques, no estamos hablando de de 1.700 o 2000 hombres que fue lo inicial. Son cosas bastante visibles para un sistema supuestamente capilar de inteligencia en tierra y en aire como el que uno espera de Rusia. Además es una potencia nuclear que está siendo invadida, eso nunca pasó. Antes las potencias nucleares perdían o empataban guerras, pero nunca fue una invasión a territorio de las potencias nucleares. Esto es un antecedente para que los historiadores se hagan un picnic”.

También brindó su mirada acerca de la compleja situación en Medio Oriente con hay un clima de constante tensión que debe encontrar algún tipo de salida: “Hamás ha logrado el objetivo de ser una organización importante, ha pasado a ser una especie de ícono en el Medio Oriente para todo el mundo anti israelí, anti sionista, antioccidental. Ha logrado algo que creo que a ellos mismos los sorprendió. Cuando planificaron el ataque no se imaginaron que iban a poder penetrar 40 o 50 km, que iban a poder matar 1200 personas y llevarse casi 300 rehenes. Ellos mismos quedaron presos del éxito y están en pie. En toda guerra insurgente, el insurgente no tiene que ganar, tiene que no perder. Lo que está logrando en Gaza es que Israel no pueda decir que el frente de Gaza se cerró”.

Paralelamente, los terroristas no tienen que pedir permiso ni ser sometidos a lo que piensa el pueblo; situación que es distinta en Israel: “Hamás no tiene opinión pública; hace lo que quiere o con lo que coordina con Irán y del otro lado hay un gobierno democrático y frágil, que tiene una mayoría parlamentaria muy escasa, con un tipo ya muy desgastado política y judicialmente como Netanyahu, con un gran malestar de las fuerzas armadas y de los servicios de inteligencia con Netanyahu ya desde hace tiempo y con 100 rehenes todavía que en la sociedad israelí pesan mucho”.

Todavía no hubo acuerdo porque Hamás está elevando los requisitos constantemente, pero sin llegar a extremos que nadie quiere: “Hamas levanta la vara porque se siente fuerte e Irán también, porque atacó territorio israelí directamente hace unos meses. Israel se limitó a hacer un contraataque muy modesto, pero ninguno de los bandos quiere la guerra total porque Israel sabe que una guerra abierta con Hezbollah y con Irán la puede ganar, pero a un costo que puede significar dejar de ser el Israel que conocemos. Hay como un juego medio perverso de todos los actores de subir la vara, pero al mismo tiempo no querer escalar. Si uno seguía por esa idea de no cruzar la línea final, la línea roja, uno tendría que esperar que va a haber algún tipo de acuerdo y están revoloteando los americanos, los europeos, los chinos, están todos dando vuelta. Creo que en la próxima semana tendría que haber alguna solución. Si no la hay, la verdad que el escenario de choque geopolítico ahí va a ser gigantesco”.