El analista internacional ofreció su mirada en la 99.9 luego de medio año de intento de invasión rusa a Ucrania y se refirió a la postura de ambos países en la actualidad.
Ha pasado ya mucho tiempo, pero la invasión rusa a Ucrania sigue desarrollándose con una guerra que se ha extendido demasiado en el tiempo gracias a la resistencia ucraniana, pero principalmente por lo obstinado del gobierno de Putin que no pretende abandonar su objetivo.
El politólogo y analista internacional Fabián Calle dio su punto de vista sobre lo que está sucediendo en la actualidad en torno a este conflicto: “nadie esperaba, ni siquiera los rusos, que la guerra estuviera en operaciones seis meses después. Ahora hay estancamiento del avance ruso en los últimos mes y medio o dos meses después de un avance importante en el Donbass en mayo y junio. Hay una negativa de Putin de movilizar de forma masiva manteniéndose con contingentes profesionales y un 25% de conscriptos o voluntarios. Eso no alcanza para hacer la diferencia en el terreno”.
Rusia vive su propio conflicto interno a través de un gobernante que no sabe como resolver algo que se le ha ido de las manos: “Putin está entre la necesidad de conseguir resultados militares que no se están dando como él esperaba y el temor político a la reacción de las madres de los chicos de 18 o 20 años de clase media que serían convocados. Esta guerra tiene consenso en Rusia en principio por el nacionalismo, pero sobre todo porque no ha procedido la leva masiva de jóvenes. Es una guerra que se ve un poco desde lejos”.
Algunos líderes a nivel mundial, indican que la salida es que Ucrania ceda parte de su territorio para que todo termine pacíficamente, pero la realidad es que la postura más fortalecida en la actualidad es justamente la ucraniana: “no hay ningún factor político o militar que indique que Ucrania tenga que salir a entregar parte de su territorio. El ejército ucraniano que en 2014 era débil y no tuvo reacción a la toma de Crimea, ha tenido más de 30 mil oficiales y suboficiales entrenados en Canadá, Europa, Estados Unidos y que recibió más de 40 mil millones de dólares en ayuda militar desde febrero hasta hoy. Por otro lado hay un ejército ruso que es grande, formidable pero que no es el primero ni el segundo, ni el tercero del mundo; si bien invierten mucho en defensa, es una economía chica. No se puede comparar con Estados Unidos o con la OTAN que gasta 16 veces más en defensa que Rusia”.
También indicó que más allá de los enfrentamientos y las imágenes que llegan cotidianamente desde Ucrania, hay otra guerra paralela de inteligencia que cada vez toma más preponderancia: “hay una guerra militar que es la que se ve en el frente pero también hay una muy fuerte guerra partisana con militares disfrazados de civiles y guerrilleros tras las líneas rusas. Todos los días se dan sabotajes a los trenes, depósitos, el asesinato de funcionarios ucranianos pro rusos mediante bombas o atentados del estilo sicariato. También hay una cadena de hechos de incendios o sabotajes en territorios rusos, algunos cercanos a la frontera y otros no tanto”.