El politólogo analizó la actual situación de contra ofensiva que está llevando adelante Ucrania en su territorio y se refirió a los signos de debilidad que está presentando el ejército ruso.
Ucrania está llevando adelante una contra ofensiva que tiene resultados muy positivos y le ha permitido reposicionarse en tierras que pretendía apropiarse el ejército ruso. La característica principal de ese avance estratégico es la retirada de los rusos que incluso, dejan abandonadas las armas que utilizaron para combatir.
El politólogo Fabián Calle, habló en la 99.9 sobre este largo capítulo de la historia que se está escribiendo aún, pero que Vladimir Putin pensó que duraría apenas unas horas. “La primera sorpresa para los rusos y occidente es que Ucrania no colapsara en menos de una semana. Después que evitara que avance Rusia en todos los planos y tuviera que concentrarse en la zona fronteriza; y la última es esta contra ofensiva que la lanza desde el norte. Ahora Ucrania está avanzando en, al menos, tres frentes. Hay una gran cantidad de material ruso abandonado por lo que hay un proceso de fuga y retroceso”, repasó.
Lo llamativo del ataque están protagonizando los ucranianos, es que en muchos casos, ni siquiera se tuvieron que topar con una resistencia de sus rivales: “la ofensiva ucraniana ha logrado que el 70% de las fuerzas se hayan escapado sin presentar batalla. Ucrania avanzó mucho y se quedó con armamento que fue abandonado. El interrogante que se abre es cuál es la reacción de Putin ante todo esto, porque le juega muy mal en el frente interno. Cualquier signo de debilidad significará para él que está derrotado o termina muerto”.
Uno de los puntos más significativos, ha sido las imágenes de tanques abandonados por los rusos que ahora, son elementos de combate para la milicia de Ucrania: “hubo una cacería masiva de tanques, se estipula que Rusia perdió más de 2.500 tanques, muchos de ellos de los mejorcitos que tiene. Putin se resistió a quebrar la segunda parte de su relato que es negar que esta es una guerra de alta intensidad. Creo que le tiene mucho miedo a las madres de los que están mandando a la guerra. Hay una cosa muy racista porque no están mandando rusos blancos a la guerra sino que mandan a que mueran los mongoles, los uzbecos y demás“.
Paralelamente hay un clima enrarecido puertas adentro de Rusia que lleva a pensar que todo está cambiando definitivamente para Putin: “hay muertes sospechosas en Moscú, muchos empresarios, gente que se cae de las ventanas y son más de 12 personas. A la vez hay concejales que piden la destitución de Putín, parece que tienen menos miedo que antes. Ya hay posturas muy críticas, es un clima que uno no estaba acostumbrado a ver en los 22 años del gobierno de Putin”.