El Licenciado en Sociología y especialista en adicciones habló a través de la 99.9 sobre el incremento de la adicción a las drogas y las pocas barreras de contención que propone el Estado.
La afectación social del consumo de drogas queda en evidencia constantemente con distintos hechos que tienen impacto en la vida de terceros y que obliga a pensar que, en realidad, el “consumo recreativo” e incluso el “consumo personal”, es al menos discutible.
El Licenciado en Psicología y especialista en adicciones, Fabián Chiosso habló en la 99.9 respecto de la realidad que se vive cotidianamente en Argentina y que va en aumento: “explicar lo que considero un agravamiento del problema de las drogas tiene varios factores. La pandemia sin dudas es uno de ellos. Vemos en las instituciones donde trabajo que fue un factor determinante en el agravamiento de la situación de consumo y en otros casos en el inicio del consumo, especialmente en el alcohol. La ruptura de relaciones personales y familiares generó estas situaciones”.
Por otro lado, hay un discurso socialmente aceptado sobre el poco impacto que tiene el consumo de distintas drogas, cuando la realidad indica todo lo contrario: “hay una cierta banalización de los consumos. Hay dos polos: o se demonizan y eso impide entender el problema real, o se banalizan donde se vuelven laxos los controles por lo que bajan los niveles de percepción de riesgo y aumenta el consumo. Otro de los factores es el malestar y los altos niveles de incertidumbre que atravesamos como sociedad en nuestro país”.
Ante todo este contexto, el punto más destacado es como justamente el Estado se encarga de reforzar todos esos conceptos, en vez de tener una mirada de prevención muy necesaria: “hay una laxitud de los efectores de salud y hay confusión sobre como implementar determinadas leyes. Eso va de la mano de como se implementan las políticas de prevención, concientización y tratamiento. Cuando se habla de droga en Argentina se habla de los escándalos con juicios morales o se habla de narcotráfico pero nunca se termina de discutir y hablar sobre la necesidad de una política preventiva conducida por el estado nacional coordinado con las provincias y los municipios; acompañados por leyes claras que apliquen criterios específicos para manejar la tenencia de sustancias y deambular en la calle habiendo consumido”.