El titular de Posada del Inti habló en la 99.9 sobre el efecto de las drogas en la salud mental y reclamó por que se mejore la aplicación de la Ley de Salud Mental. En el mismo sentido opinó el psiquiatra Francisco Bordón.
El caso Chano Carpentier, otra vez pone en el centro de la escena el efecto de las drogas en la salud mental de las personas y la aplicación de la Ley de Salud Mental que es un verdadero dolor de cabeza desde hace varios años.
En la 99.9, dos profesionales dieron su visión sobre las principales falencias de esta legislación. En principio, habló el titular de Posada del Inti entidad que se dedica a la recuperación de adictos: “nos convoca a no quedar atrapados en la discusión entre los que están a favor y en contra de la ley de salud mental. La postura que plantea la ley en función de estos casos es que el adicto tiene que tomar esa decisión de solicitar ayuda, es medio contradictorio que alguien que se desmaya tenga que llamar a la ambulancia”.
Dentro de esa lectura, también estableció una clara diferencia entre el acceso de una persona de clase social baja a los servicios básicos de salud y justicia: “la clase media-alta tiene un acceso a la justicia y la salud totalmente diferente y eso no quita que no haya un padecimiento y una complejidad del tema porque lo vemos cotidianamente, pero si se complejiza en los sectores más pudientes, imaginate lo que implica en el 60% de la población que no tiene acceso a la salud y a la justicia”.
Cuando una persona llega a Posada del Inti, les tienen que indicar que vayan a lugares donde saben que no encontrarán las respuestas adecuadas por una ley que no se terminó de delinear: “tenemos que recomendarles ir al peregrinaje por entes del estado que no tienen los recursos. En diciembre del 2010 se aprobó la ley y todavía no hay una reglamentación que guíe claramente un montón de cuestiones. Es imposible entonces hablar de formación para las fuerzas de seguridad, por ejemplo. Hemos generado una ley que se quedó en la mitad del camino y que hace 11 años que no arranca”.
Lo que reclama Messina es que definitivamente se tome en serio el tema: “creo que hay un gris, se han vulnerado derechos y que necesitamos hacer una una perspectiva de los derechos humanos, sino es un decálogo de buenas intenciones solamente, si no le dan los recursos para que la ley se implemente desde una manera plena”. El problema es que en el camino mueren personas y mas aún en el contexto pandemico que estamos atravesando: “la pandemia vino a potenciar todas estas cosas porque hoy el tránsito por la justicia está obturado, no hay presencialidad en su totalidad y es una constante situación de chocarse contra la pared”.
Francisco Bordón: “La Ley de Salud Mental es una huida del Estado”
La situación de Chano Carpentier tuvo como condimento un brote psicótico que terminó con un disparo en la zona del abdomen. Respecto de los motivos de esos brotes psicóticos, el psiquiatra Francisco Bordón señaló en la 99.9 que “son inducidos por sustancias, por ejemplo por la cocaína que es un elemento adrenérgico que produce aumento de la secreción de diferentes aminas entre la dopamina o la adrenalina. Todas estas sustancias en el cuerpo y en el cerebro por supuesto conducen aumento de la frecuencia cardíaca, de la tensión arterial, de la reactividad de todo el sistema”.
La solución para Bordón está en una mejora para la Ley de Salud Mental también, aspecto en el que coincide con Messina: “lo que sucede es que tenemos una ley de salud mental que está mal hecha, no funciona porque las sociedades médicas en el aspecto técnico nunca fueron consultadas y obviamente estas son consecuencias que vamos a ir viviendo a través del tiempo”.
Desde su experiencia, lo que se ha hecho con la ley es eludir responsabilidades: “es una huida del estado, es gente que necesita del estado y abandona a su suerte a un montón de personas. Las las decisiones legislativas se deben tomar en base al conocimiento técnico y no ideológico solamente”.