El presidente del Colegio de Abogados de General Pueyrredón, Fabián Portillo refutó las declaraciones del presidente Mauricio Macri sobre las mafias en torno a los juicios laborales y señaló que el problema pasa por las leyes: “no tienen que ver con la realidad del empleador y del trabajador”. De todas maneras, aclaró que “reconocemos que existe el caranchismo en todos los fueros judiciales”.
El planteo de mafias en los juicios laborales que realizó públicamente el presidente Mauricio Macri generó el debate inmediatamente. Algunos le dan la razón y otros se oponen. En el último grupo está el Colegio de Abogados del Partido de General Pueyrredón cuyo presidente Fabián Portillo explicó los motivos en la 99.9: “reprochamos estas expresiones porque consideramos que la ligitiosidad en el fuero laboral no sucede por esto, sino por la falta de adecuación legislativa a la realidad que tiene tanto el empleador como el trabajador. Si no nos ordenamos y ponemos el foco en que el congreso legisle de acuerdo a la realidad del sector, habrá más ligitiosidad”.
También indicó que se trata de una generalización injusta la que hizo el presidente: “hablar de mafias es involucrar a todos los abogados que trabajamos honestamente, también a los jueces del fuero laboral”, agregó.
Portillo insistió en los problemas legislativos en torno a la justicia laboral como principal motivo para que los juicios se hayan incrementado. “En el último año hubo 100.000 reclamos laborales en la provincia y que se generan causados por la falta de adecuación legislativa. Los abogados se quejan de la ausencia de patologías que no están incluidas como accidente de trabajo y hace que los trabajadores reclamen por intermedio de sus abogados”, dijo aunque luego advirtió que “de todas maneras, reconocemos que existe el caranchismo en todos los fueros y tratamos de combatirlos”.
La única manera desde el Colegio de Abogados donde se puede combatir a los abogados caranchos, es a través de la denuncia, una herramienta que está en desuso según lo indicado: “estamos cansados de escuchar a los colegas sobre los aprietes para que arreglen y demás, jugando con el bolsillo del trabajador, pero no se denuncian estas cosas. Si no lo hacemos estamos hablando de cosas que pueden pasar pero no podemos intervenir. Desde que soy presidente del Colegio de Abogados hemos recibido muy pocas denuncias, casi ninguna”. Creen que de esa manera, se terminará con el flagelo: “necesitamos llegar a una sentencia ejemplificadora para que estas actitudes se terminen”, finalizó.