Así lo afirmó el escritor y counselor en diálogo con la 99.9. Se refirió a distintos aspectos de las relaciones actuales y además, a la psicopatía como un factor presente.
Las relaciones interpersonales tienen características particulares. A veces, una relación amorosa tiene muchas similitudes con el enamoramiento que se da en la política y la aparición de personas que controlan a la otra persona.
El escritor y counselor Fabio Fusaro habló en la 99.9 sobre la incidencia de las redes sociales e internet en la búsqueda de parejas actualmente, pero dejó conceptos también sobre ese “enamoramiento” de la persona hacia un político con un término muy particular: “siempre en las relaciones se habla de celos por ejemplo, pero de personas psicópatas no. Generalmente cuando escucha esa palabra piensa en un asesino serial como en las películas. Hay otro tipo de psicópatas que se llaman integrados y están camuflados entre nosotros, además tiene una imagen pública excelente. Cuando te metes en una relación con una persona así, estás frito/a”.
En ese sentido, la política es una tierra fértil para personas con estas características: “la política está plagada de psicópatas, no hay un lugar que de más poder que la política y no hay nada más atrayente para un psicópata que la política. Hay líderes carismáticos de los cuáles se enamora la gente, la principal característica de los psicópatas es la falta de empatía. Jamás se ponen en el lugar de los demás, son simplemente objetos para alcanzar sus metas. Para lograrlo, harán cualquier cosa detrás de una máscara que los hace empatizar con la gente, pero no tienen nada de empatía”.
El discurso es algo fundamental para obtener ese beneficio que quiere y es ahí donde muchos políticos dicen cosas que luego no cumplen: “el psicópata sabe lo que su víctima necesita escuchar y se lo va a decir. Lo va a enamorar y en el caso de los políticos tenemos personas enamoradas de los políticos que ponen las manos en el fuego y dan la vida como en una relación de pareja. Las personas no permiten entrar en su mente o su cerebro, una idea contraria a sus creencias, ni siquiera para analizarla. Si tenes la idea de que tal político es el peor ladrón y lo tenes internalizado, si yo te quiero hablar bien de ese político, ni me vas a escuchar”.
Por otro lado, destacó que hay en la actualidad problemas también con la relaciones que surgen por redes sociales o aplicaciones como Tinder: “es muy difícil formar una pareja hoy porque las personas son muy exigentes. Estamos sometidos a las imágenes de personas perfectas en internet que no son reales. Las redes son una forma más rápida, más fácil y menos jugada, uno no se expone. El riesgo de las redes es que en la necesidad de formar una pareja, la gente se engancha rápidamente, pero en realidad no conocemos nada de esa persona, sino que vemos lo que nos quieren mostrar. Después cuando empieza a surgir la realidad de la persona ya no nos gusta tanto pero no queremos dejarla porque era la persona ideal”.