El Diputado Nacional indicó en la 99.9 que hay una confusión ideológica que se plantea en torno al déficit habitacional y explicó lo que debería ser desde su punto de vista, la solución.
El “Proyecto Artigas” que está fomentando y respaldando Juan Grabois es una situación que, más allá de las tensiones generadas, pone en tela de juicio nuevamente de que forma se accede a la vivienda propia en Argentina y que no debe ser de la forma que se propone a partir de ese plan.
El diputado nacional Fabio Quetglas brindó su opinión en la 99.9 indicando en primer término que “en todas las generaciones siempre hay una reacción de insatisfacción con los resultados sociales. La disconformidad es parte del motor de la historia, es un rasgo de la modernidad. En este momento, en Argentina hay una crisis de la democracia liberal, de modernidad y sucede en muchas otras sociedades”.
En ese sentido, hay una idea que se está tratando de imponer en el país y que deforma la realidad: “se fue imponiendo una visión de que Argentina es un país injusto y el orden productivo es negativo, que la producción agraria nos envenena, que hay gente que no cede suelo y eso se resolvería revisando todo este orden de cosas volviendo a formas comunitarias de producción y distribución de recursos. Es legítimo que se piense así, pero creo que están equivocados”.
La salida que ve Quetglas es que se apueste a la capacitación y la utilización de las tecnologías: “hay que capacitar a más personas para que sean productores resueltos aprovechando la tecnología. Creo que tenemos que producir más y mejor. Nuestros modelos de organización tienen que formar la mirada pluralista. Estos imaginarios están en disputa y me gustaría hablar con Grabois e indicarle que intentar forzar la marcha de la historia ignorando la realidad, no han tenido buenos resultados”.
La realidad contradice ese discurso político y esa ideología que Grabois trata de generalizar: “no somos un país con un proceso de concentración de la propiedad. No somos un país donde 5 familias son los dueños de la tierra. Tenemos un campo que invierte, innovador y en lo único que coincido con Grabois es que los problemas son los mismos”.
A partir de ahí la responsabilidad del estado sería tener una moneda más firme que permita el acceso al crédito para la sociedad que es la manera más directa de conseguir la casa propia: “el crédito es fundamental porque el suelo urbano tiene un costo generarlo. Argentina necesita un millón y medio de lotes urbanos. Acá se confunde tener derechos con la gratuidad”, sintetizó.