Son marcas de lujo que podrán tener mayor presencia en Argentina importando unidades de países del Mercosur y del resto de América Latina, sin pagar aranceles extra-zona.
El sector automotriz encontró en América del Sur la rueda de auxilio que necesitaba para paliar la crisis de ventas que sufren las terminales en Europa y Estados Unidos. Pero este salvavidas no solo fue utilizado por las marcas generalistas, sino también por automotrices premium como Audi, Mercedes Benz y BMW, que empiezan a desembarcar en la región con mayor fuerza y con el objetivo de ser más competitivas y generar una masa de clientes más grande.
En este caso, un problema a sortear es el de los impuestos a la importación. Por eso, varias compañías ya anunciaron sus intenciones de fabricar en países del Mercosur, como Brasil, para evitar el pago de un arancel extra-zona del 35%, que se aplica a modelos que se exportan hacia a la Argentina. Otra opción es México, que tiene un acuerdo con el sector automotriz mediante el cual, haciendo uso de cupos, se puede evitar el pago de ese arancel.
Argentina no se verá beneficiada por ninguna de esas inversiones, pero sí los usuarios de estas marcas, ya que las unidades podrán ingresar sin impuestos adicionales. Así, por ejemplo, un Audi A1 que según la lista de precios de la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (Acara) cotiza en $150.000, podría bajar a $98.000 pesos.
Lo mismo ocurrirá con modelos de BMW, empresa que construye una planta en Brasil para poder adherir al nuevo régimen automotriz. La marca alemana anunció una inversión de u$s 260 millones para levantar una fábrica en el estado de Santa Catarina. La planta estará operativa en 2015 y comenzará a fabricar bajo el formato CKD (Complete Knock-Down), con kits de piezas montados importados de Europa. Fabricará los Serie 1, Serie 3, X1 y X3 y se espera que también produzca Mini.
Audi, la marca de lujo de Volkswagen, también pensó en Brasil. Pero mientras espera que el gobierno brasileño establezca los parámetros para definir a un auto como de “fabricación nacional”, comenzó la construcción de una planta en San José Chipa, México. Con una inversión de 900 millones de euros, se espera que de allí salga, dentro de dos años, la nueva generación de la Q5.
Y a BMW y Audi se les suma Mercedes Benz. La marca está evaluando producir también en México en asociación con Nissan o Renault, según una nota del diario El Financiero que cita al director de la automotriz alemana en el país azteca.
Una fuente de Daimler confirmó a Reuters el interés de la firma por fabricar vehículos allí en asociación con Nissan. Entre los vehículos que podría empezar a producir, estarían los modelos de la clase A.
En el caso de la Argentina, las tres marcas europeas se encuentran en proceso de plena expansión. Según datos de Acara, hasta junio pasado BMW llevaba comercializados 2.460 unidades que, comparadas con 1.040 del primer semestre de 2012, reflejan un crecimiento de 136%. También Mini mostró un alza de 68,48%, pasando de 257 unidades en 2012 contra 433 este año.
En el caso de Mercedes Benz, los números de ventas son aún mayores. Con 9.832 operaciones cerradas este año, mostró un alza de 33.95% respecto del 2012. Lo mismo sucedió con Audi, que en el primer semestre del año pasado vendió 3.573 autos mientras que entre enero y junio de 2013 cerró 4.329 operaciones.