Fabricio Ballarini: “No es que los adultos mayores sean más felices, sino que los jóvenes hoy son más infelices”

El neurocientífico Fabricio Ballarini explicó en la 99.9 cómo cambiaron los estudios sobre bienestar y felicidad, qué factores influyen en la percepción generacional y por qué los informes internacionales deben leerse con cautela, especialmente en América Latina.

El neurocientífico Fabricio Ballarini analizó en la 99.9 una serie de estudios internacionales que indican que el bienestar subjetivo tiende a aumentar a partir de los 55 o 60 años, un dato que parece contradecir la idea tradicional de que la jubilación y el retiro de la vida activa implican un deterioro general del ánimo y la identidad personal. Según aclaró, no se trata de investigaciones propias, sino de trabajos globales que él mismo difundió al abordar temas vinculados a los adultos mayores.

Ballarini explicó que durante décadas se observó una curva en forma de “U” en relación con el bienestar: una alta percepción en la infancia, un aumento durante la adolescencia y la juventud temprana, una caída marcada entre los 20 y los 40 años debido a presiones laborales y responsabilidades, y luego una recuperación a partir de los 55 o 60. Sin embargo, señaló que lo que cambió en los últimos años no fue tanto la situación de los adultos mayores, sino la de los más jóvenes. “Las generaciones jóvenes se hicieron más infelices por distintas variables, y en la comparación parecen estar peor que los mayores”, indicó.

En ese sentido, remarcó que no necesariamente mejoró la calidad de vida de quienes alcanzan edades más avanzadas, sino que empeoró la percepción de bienestar de las generaciones más jóvenes. También advirtió sobre la dificultad de comparar experiencias generacionales, ya que cada época presenta complejidades propias y la percepción de la felicidad es profundamente subjetiva.

Ballarini subrayó además que muchos de estos estudios se realizan mayoritariamente en países desarrollados, donde llegar a la vejez suele implicar necesidades básicas resueltas y un contexto socioeconómico muy distinto al de América Latina. “No es lo mismo ser una persona jubilada en Europa o Japón que en nuestra región”, afirmó, destacando que esa diferencia condiciona fuertemente los resultados y las conclusiones.

Finalmente, el neurocientífico se refirió a su trabajo de divulgación científica y a sus libros, entre ellos ¿Por qué recordamos? y No sos vos, soy yo, donde aborda desde una perspectiva científica fenómenos complejos como la memoria y el amor. Sobre este último, explicó que busca mostrar qué ocurre en el cerebro cuando las personas se enamoran y cómo existen distintos tipos de amor, todos con explicaciones biológicas y neurológicas. “La ciencia también puede ayudarnos a entender sensaciones que muchas veces nos cuesta describir”, concluyó.