El Juez de Familia, Facundo Dominoni fue quien le quitó la tenencia de dos de sus hijos a la pareja que recientemente mató a un segundo bebé de ambos. “Es una familia disfuncional desde el principio”, explicó y además, se mostró molesto con la actuación de diversas organizaciones que pretenden ser laxos en los controles de este tipo de familias. 
El caso de la pareja que mató a una bebé y se dio a conocer este fin de semana, tenía antecedentes y se trataba de un grupo familiar muy complejo. Las advertencias, incluso judiciales, no fueron respondidas en tiempo y forma, algo que terminó en una nueva muerte.
El Juez de Familia, Facundo Dominoni fue quien decidió en su momento que dos de los hijos de este matrimonio no quedaran bajo la custodia de sus padres. En la 99.9, el magistrado contó las razones: “es una familia disfuncional desde los orígenes. Se empezaron a advertir indicadores de ausencia de responsabilidad, de negativa ante ciertas cuestiones que se les indicaban, no comprendían la intervención de la justicia de familia”. Estas cuestiones fueron suficientes para tomar una decisión: “en relación a dos de los niños, dispuse por sentencia la no restitución a la familia y fue confirmado por la Cámara Civil de Mar del Plata y luego en la Corte este mismo año”.
La falta de responsabilidad sobre sus actos, le llamó poderosamente la atención porque incluso en la muerte de la primera niña había cuestiones muy graves de por medio: “siempre se hablaba de otras cuestiones. Indicaban que Candela no había muerto por culpa de ellos, había situaciones dudosas y que eran al ojo de personas con sentido común, una resolución justificada”, remarcó. Sin embargo, aparecieron algunos actores en escena que buscaban que los niños siguieran bajo la tutela de ambos: “no se pueden tolerar situaciones en perjuicio de los chicos y no sólo desde la familia había inconvenientes, sino de ciertos operadores del mecanismo implementado por el Poder Ejecutivo en el caso niñez”, anticipó Dominoni.
Luego abundó sobre estos intercambios: “era un juego de poder, una lucha innecesaria donde había desde percepciones filosóficas individuales hasta el pedido de ciertas tareas o acompañamientos que son para Suiza no para Argentina. Por eso, nunca dudamos la decisión a tomar, a pesar de ciertos reproches de una ONG”.
La gravedad de los hechos denunciados con la muerte de la primera bebé, incluían la suposición de que tenía cocaína en su sangre fruto de que la persona que la cuidaba podría haber consumido: “con el antecedente de una niña que no se pudo acreditar que tuviera cocaína, pero sí por el testimonio de los padres que la dejaban al cuidado de una persona desconocida que podría haber consumido y como le daba la teta, darselo a la bebé, pueden ser excelentes personas pero como padres no sirven. Pedimos que se ponga un ojo mayor en esta familia porque se podían prevenir daños como el que sucedió ahora. Era una muerte evitable”, sentenció.
A veces, sólo la justicia no basta. El Dr. Dominoni pidió que haya una mayor interacción en búsqueda de la prevención de casos de este tipo: “la justicia de familia de Mar del Plata lleva una actuación permanente hacia adelante. Uno hace, hace y hace, pero la intervención llega cuando la familia está casi explotada. Habría que pensar a futuro con una actuación eficiente de todos los poderes”.
Apelando a su responsabilidad en un cargo importante, el propio magistrado pidió imperiosamente un trabajo articulado: “no se puede jugar con la niñez, no pueden llenarse la boca hablando de ello y después no moverse por cuestiones filosóficas. Este caso debe ser un llamado de atención importante. Debe existir un trabajo amalgamado entre la niñez en Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires con el servicio zonal para que no sucedan nuevamente estas cuestiones”.