El Ingeniero Agrónomo se refirió en la 99.9 al avance que dieron a conocer recientemente investigadores del CONICET y que tiene que ver con la capacidad de cultivos como el maíz y la soja para extraer fósforo del suelo.
El área de ciencias, siempre aporta avances que pueden llegar a despertar inquietudes industriales a futuro importantes. En este caso, se trata de una forma en la cuál las plantas como el maíz o la soja pueden hacer un mayor aprovechamiento del fósforo que hay en el suelo.
Quienes llevaron adelante la investigación, son un grupo de trabajadores del CONICET, entre ellos el Ingeniero Agrónomo Facundo Ramos Artuso que brindó detalles sobre el descubrimiento que realizaron a través de la 99.9: “estuvimos evaluando respuestas que las plantas naturalmente ante el déficit de un nutriente, en este caso el fósforo. Estudiamos compuestos que permiten mejorar esas respuestas y la capacidad que tiene la planta de captar fósforo del suelo y que no está disponible para los cultivos porque está en formas que la planta no los puede absorber”, indicó.
Si bien es un primer paso, saben que todavía tienen mucho por hacer: “el desarrollo que hemos hecho es a nivel de ciencia básica. Hay que hacer ahora el desarrollo tecnológico que es llevar adelante una forma en que se incorpore un producto para su efectivización en el campo a través de la tecnología”. Rápidamente se abrieron puertas y oportunidades, pero el desarrollo de un instrumento tecnológico para la aplicación de este avance, puede demorar mucho tiempo: “el CONICET se caracteriza por la ciencia básica, pero habrá que ver si hay interés por algunos de los sectores vinculados al desarrollo tecnológico. Ayer tuvimos un contacto desde el área de vinculación tecnológica de la Universidad de La Plata para ver si se puede encaminar todo. Estos procesos en líneas generales, llevan años”, indicó Ramos Artuso.
Si bien puede permitir un mejor aprovechamiento del fósforo, esto no significa que se pueda salir de una lógica de exportación de fertilizantes y el especialista explicó los motivos. “El fósforo está en los suelos, pero cuando se extrae hay que reincorporarlo al suelo. A diferencia de otros nutrientes como el nitrógeno que tiene una fase atmosférica, permiten que se pueda fijar desde el aire, pero producir un fertilizante fosforado requiere que se deba extraer de un yacimiento de fósforo y por eso dependemos de la exportación porque en Argentina no hay”, dijo.
Avanzar en estos descubrimientos, también sirven para crear conciencia: “lo que queremos destacar es que el recurso se debe usar de una manera más eficiente, lo cuál no significa que no se necesite exportar. El fósforo tendremos que reponerlo siempre”, advirtió finalmente.