Un informe de la Dirección Provincial del Observatorio Vial de Santa Fe reveló fallas en la autopista a Córdoba. Los datos surgen inicialmente de la investigación del fiscal Ángel Granato, quien indagó las causas de 23 despiestes que se dieron en la misma zona, generalmente en días de lluvia.
La Dirección Provincial del Observatorio Vial de Santa Fe, dependiente de la Agencia de Seguridad Vial, realizó una auditoría donde halló “deficiencias” en el tramo que une Rosario con Tortugas sobre la autopista a Córdoba. Los datos se desprenden de un estudio solicitado por el fiscal Ángel Granato, que está investigando una seguidilla de despistes que se registraron en esa traza.
Si bien los datos fueron presentados en octubre pasado, recién esta semana se dieron a conocer públicamente, después de un fatal accidente ocurrido en esa vía a la altura del kilómetro 363, donde perdieron la vida Juan Carlos Demichelis (padre del jugador de fútbol del Málaga de España, Martín) de 60 años y de su pareja Mirta Tavella; ambos con domicilio en Justiniano Posse.
El fiscal Granato explicó que los técnicos especialistas en la materia detectaron, después de un exhaustivo trabajo, “una limitación de velocidad inadecuada, la ausencia o deficiencia de señalización y balizamientos de curvas, la falta o deficiencia de peralte con relación al radio y la velocidad, y la carencia de protección de obstáculos fijos en borde de calzada y de taludes críticos”.
Esto coincide con la percepción del propio fiscal a momento de iniciar un expediente en la Fiscalía de Cañada de Gómez. Después de tomar testimonios, pudo corroborar que “no todas las velocidades desarrolladas por quienes protagonizaban los despistes superaban, en el caso de los autos, los 130 kilómetros por hora“.
La auditoría tiene como responsable al ingeniero Juan Fratti, quien cubrió desde el kilómetro 299 al 400. La Agencia agregó que la velocidad máxima de 130 kilómetros “resulta algo elevada en algunas partes para los vehículos livianos”, mientras que la mínima de 50 kilómetros está fuera de lugar, generando cierta confusión.
Otro de los problemas revelados en el informe tiene que ver con la escasez de señalización y balizamiento en las curvas, que fueron construidas luego de rectas prolongadas y que son tomadas a velocidades excesivas. Situación que habría desencadenado los fatales despistes.
También, los guardarail instalados funcionaron como contenedores de los despistes. Los peritos agregaron que, antes de instalar un sistema de contención, se debe valorar la situación alternativa de desplazar o eliminar el obstáculo: “preocupa que el peralte (pendiente transversal de la calzada) en algunas curvas no cumpla con lo necesario en función del radio y la velocidad máxima de la ruta. Esto, a la vista de los ingenieros, es una práctica inadecuada”.
En el tramo donde se ha provocado la mayor cantidad de accidentes, existen irregularidades que se maximizan cuando hay lluvias: “en el kilómetro 357 hay un peralte negativo”, aseguró Granato.
En cuanto a la investigación del Fiscal, se habla de 23 despistes en seis meses, desde febrero a septiembre de 2012. Cinco de ellos se dieron en un mismo día y mientras llovía. Los informes técnicos preliminares indicaron que la mayoría de los casos sucedieron en días de lluvia y por alta velocidad, pero Granato no considera que esto sea posible “porque muchos accidentados aseguran haber viajado a velocidades de entre 110 y 130 kilómetros, es decir, dentro de lo permitido”.
El requerimiento, que luego dio origen a la investigación, partió de Defensa Civil con apoyo de la URX y de los Bomberos Voluntarios. Además, fue sugerido por el juez en lo Correccional de esta ciudad, Jesús Alberto Rizzardi.
