La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal es en la que todos ellos quisieran caer por sorteo: el 95% de las condenas por tráfico de droga sonanuladas, y nunca es por falta de pruebas sino por tecnicismos. Una constante que hace casi imposible actuar en contra del narcotráfico.
Una actitud que contrasta notablemente con la preocupación de los jueces federales en el norte de argentina. El crecimiento del narcotráfico en el país y la región pone en alerta a la Justicia Federal y en particular a los jueces del Norte Grande argentino. La jueza federal de Sáenz Peña, Zunilda Niremperger, anunció que magistrados del NEA y el NOA se reunirán en las próximas semanas en la localidad salteña de Orán para definir acciones conjuntas para hacerle frente a las organizaciones narco.
Una constante en los fallos de la sala dos de casación penal es el cuestionamiento a la facultad de la policía para requisar unvehículo. Pero entonces, ¿para qué realizar un operativo de control en la ruta, por ejemplo?
J.F.E. fue detenido en un puesto caminero junto a otras dos personas. Llevaba 3 kilos de cocaína. Fue condenado por el TOCF de Jujuy a 7 años por tráfico, agravado por actuar en banda.
Según el camarista Pedro David, los policías “actuaron avalados por unoperativo de prevención frente a un caso de ‘sospecha’ razonable”. Los agentes declararon que el hombre “se mostraba nervioso”, su habla era “titubeante”, e intentó sobornarlos, aduciendo que estaba apurado.
Para Ángela Ledesma, no había “razones de peligro o urgencia” que justificaran el omitir la obtención “de una orden” judicial para revisar el vehículo.
Según Slokar y Ledesma, la requisa del auto es un “vicio deprocedimiento” que justifica la anulación de todo lo actuado y la absolución.
Si la policía detiene a una “mula” en la frontera, la Sala II también encontrará la forma de interpretar esa acción como injustificada y abusiva.
Es el caso de I.M., a quien traicionó su “nerviosismo” y el hecho de llevar equipaje “insuficiente” para la cantidad de días que pretendía permanecer en el país. Un razonamiento que no fue compartido por Slokar. Ni por Ledesma. Ellos advirtieron “una manifiesta ausencia de datos objetivos que hubieran permitido al personal actuante presumir la existencia de elementos ilícitos”. Y agregan: “Tampoco se ha fundado la urgencia de este proceder”.
Escribe Slokar: “Nerviosismo e insuficiente equipaje no pueden ser suficientes para justificar intromisiones drásticas en los derechos de una persona, tales como arrestarla y tomarle radiografías”.
El resultado es el previsible: “vicio” en lo actuado que invalida todas las decisiones posteriores. Aunque se haya encontrado droga, en este caso, cocaína.
Si los jueces hablan por sus sentencias Alejandro Slokar y Ángela Ledesma, dos de los integrantes de la Sala II, son muy elocuentes: para estos dos camaristas, lasospechosa siempre es la policía, no el delincuente, que será absuelto y liberado, con argumentos que sorprenden.
Retornando alas antípodas, en un mismo orden judicial, las preocupaciones de los jueces federales en el norte del país van por otro rumbo. Zunilda Niremperger señaló que las investigaciones realizadas en los juzgados a su cargo, el de Sáenz Peña y dos más en Formosa en carácter de subrogante, permiten determinar que “todas las rutas narco están interconectadas”. “Hoy un traficante de Clorinda (Formosa), en la frontera con Paraguay, tiene relación con operadores de Buenos Aires, y la frontera con Brasil en Paso de los Libres (Corrientes) y la frontera chilena en Mendoza”, especificó.
“No hay jurisdicciones donde el problema del narcotráfico no esté presente”, declaró Niremperger. Y aseguró que los jueces federales del Norte del país “están muy preocupados”. Mencionó en particular la situación de Salta, La Rioja y Catamarca.
“Han llevado su preocupación ante la Corte Suprema y por toda esta situación es que estamos organizando una reunión en Orán para tratar de hacerles frente de forma conjunta a estos grupos”, mencionó.
La jueza destacó el crecimiento del tráfico de cocaína que en muchos lugares está reemplazando al de marihuana. “La marihuana se intercambia por cocaína, en muchos casos a través de Formosa”, precisó.
Recordó que la interconexión de bandas narcos se ve reflejada en la detención de un “jefe” de una organización de Clorinda (Formosa) en Corrientes capital, que se concretó meses atrás. “Fue un caso paradigmático, porque a partir de allí vimos la vinculación de casos aislados que veníamos investigando (secuestrado de droga en camiones), que estarían vinculados con el mismo operador”. Un trabajo policial y judicial que de caer en la sala dos de la casación federal puede quedar en la nada con los más extraños argumentos, pretendidamente judiciales.