El concejal rosarino de la UCR, Jorge Boasso, fue quien impulsó la medida para realizar controles de narcolemia en su ciudad y explicó en la 99.9 porque se debería hacer en todo el país. Además, brindó detalles de la forma en la cuál se harán los test.
La ciudad de Rosario implementará los controles de narcolemia junto con los de alcoholemia convirtiéndose en uno de los pocos municipios que lo realizan en el país junto, por ejemplo, con Bahía Blanca. El impulsor de esta medida en la ciudad santafesina fue el concejal de la UCR Jorge Boasso que habló en la 99.9 y detalló el origen de esta iniciativa: “siempre me pareció inconcebible que se cumpla con el Código de Tránsito parcialmente. La misma ley dice que no pueden conducir aquellos que están bajo efectos de estupefacientes o drogas. Son muy pocos los municipios que realizan control de drogas, lo cuál es igual o más grave que conducir alcoholizado”.
La idea de implementar este control no es nueva para el edil rosarino porque está tratando de que se empiece a hacer desde hace casi 3 años: “el proyecto lo presentamos en 2013 y se aprobó por unanimidad la ordenanza en 2014. La intendencia no lo implementaba y fui muy crítico porque está en juego la vida del ser humano. El jueves pasado me convocó la intendenta Mónica Fein y hablamos de la narcolemia. Después de mucho esfuerzo decidió que la implementaríamos en Rosario”.
A partir de ahí, empezaron a tratar otras cuestiones que también son importantes para la empezar con los controles de narcolemia: “hay que hacer una licitación de adquisición de los kits que son con muestra por saliva que se realizan paralelamente con controles de alcoholemia. Tendremos una etapa experimental, preventiva y educativa de 60 a 90 días; de ahí en mas comenzaremos a aplicar las sanciones”. En cuanto a las penas que tendrán desde ese momento, Boasso aclaró que “la punición es la misma que está prevista en el código de tránsito con fuertes multas con retiro del vehículo para que no conduzca en ese estado. En una segunda etapa, suspensión de la matrícula por tiempos prolongados”.
También señaló que van a trabajar puntualmente en que drogas se evaluarán y las medidas que serán permitidas para cada una. “Sobre las drogas que vamos a controlar, primero serán las lícitas que son aquellas que prescriben los médicos bajo receta duplicada que en muchos casos no permiten conducir. Tendremos una reunión con toxicología de Rosario para definir exactamente las sustancias a controlar y los cortes que son los límites de cantidad. Cada sustancia tiene un corte con una unidad especial”, agregó.
La diferencia entre un municipio que lo pone en acción y otro que no, según Boasso tiene que ver con la voluntad: “hay un vacío político porque falta voluntad para cumplir con la ley y lo que hay que hacer es controlar”, sentenció.