Los servicios de inteligencia belgas, según el informe confidencial en el que los demandantes basan su decisión, disponían de informaciones que deberían haberles puesto en alerta.
Diecisiete familias de víctimas de los atentados yihadistas del pasado 13 de noviembre en París han decidido denunciar a Bélgica por no haber tomado las medidas necesarias para evitarlos, según ha indicado este lunes la emisora «RTL». Los demandantes reprochan a Bélgica los fallos en la vigilancia de los hermanos Brahim y de Salah Abdeslam, el único superviviente de los comandos, que se encuentra ya en manos de la Justicia francesa.
Los servicios de inteligencia belgas, según el informe confidencial de la policía de ese país en el que basan su decisión, disponían de informaciones que deberían haberles puesto en alerta. A principios de febrero de 2015, por ejemplo, una persona ofreció datos «esenciales» sobre Abdeslam a la policía local, asegurando que estaba en contacto con Abdelhamid Abaaoud, futuro coordinador de los ataques, y dispuesto a viajar a Siria.
La policía belga lanzó una orden de búsqueda, sin resultado, y finalmente fue el propio Abdeslam quien acudió a la comisaría para decir que Abaaoud era un viejo conocido, añade ese informe, que recuerda que no fue detenido. «Vamos a pedir que el Estado belga sea condenado para que no vuelvan a repetirse tales fallos», indica la abogada de las familias, Samia Maktouf, para quien el resultado de esas disfunciones fue la muerte de 130 personas.