La abogada habló en la 99.9 sobre las complejas circunstancias que atraviesan las familias que ingresan en los tribunales de familia y, sobre todo, la inferioridad de condiciones en la que se encuentran los hombres.
La situación de muchas familias que están batallando durante años en los Tribunales de Familia, es un problema mayúsculo de la justicia actual. Hay un sesgo que lleva a que, el hombre, cuando es acusado, está en inferioridad de condiciones respecto de la mujer.
La abogada Fátima Silva es una especialista en este tema que hace muchos años trabaja con situaciones muy complejas que se presentan y en la 99.9, brindó su opinión: “tristemente es una constante porque cuando el hombre entra en esas condiciones, significa que la mujer entró en mejores condiciones y nadie miró a los niños. Cada niño que llega a la justicia, ya es víctima, sólo por ingresar a la justicia”.
El feminismo se ha desvirtuado según lo que expresó la letrada respecto de los años donde se empezó una lucha por igualdad de derechos: “me formé en el feminismo originario que buscaba igualdad de derechos, nunca pensamos en ser superiores al hombre ni castigarlo. Hubo una radicalización en algún momento donde se ideologizó la situación de tal forma que todo lo que dice una mujer pasa a ser una verdad. Eso no es lo que dice el feminismo”.
Se ha llegado a un punto tal, que incluso desde las esferas más altas de la justicia nacional, se está advirtiendo sobre el accionar en los tribunales: “la Corte de la Nación vive haciendo alertas importantes y es porque le llegan causas donde entiende que se resuelve mal en las cortes menores. Se pone atención en el interés superior del niño y que las circunstancias sean comprobadas, no puede ser que se tome sentencia con la palabra de un padre o madre. Hay un cementerio de medidas cautelares, hay una medida contra el padre y toda la familia paterna. No encuentran un vínculo con nadie de la familia del otro lado. Las van renovando automáticamente y en el medio están lo niños”.
Lo que le llama la atención a la Dra. Silva es que los jueces que intervienen no tienen en claro la importancia del rol que cumplen: “los tribunales de familia existen para crear puentes, para sanar vínculos y trabajarlos, no para cortarlos. Se utilizan modelos prefijados, te dictan una cautelar y la copian y pegan 3 o 6 meses después; sólo le cambian la fecha”.
Los niños y los padres son los primeros afectados en la situación, pero además la abogada señaló que “los abuelos ven que se les va la vida y no pueden estar con sus nietos. Acá se formó un grupo de abuelos y hacen zoom para apoyarse. Lo que lloran esos abuelos, habría que mandárselo a los jueces porque los abuelos no pueden ser algo malo para los niños. No puede ser que no encuentren una sola persona en la familia para establecer un vínculo. El problema está en los jueces, porque deben poner los límites”.
También proliferan las falsas denuncias porque no hay ningún tipo de sanción para quien las realiza, algo que es igual de grave que todo lo anterior: “otro problema es que no hay sanciones, entonces se hace cualquier cosa porque luego no pasa nada. Una falsa denuncia no les parece importante, pero nosotros no los fuimos a buscar para que sean jueces o fiscales, sabían donde iban. Es momento que se pongan a trabajar para lo que eligieron ser, supongo que es su vocación”.