Federico González: “Por ahora Milei es una promesa de algo, hay que ver como termina su gobierno”

El consultor habló en la 99.9 sobre el discurso del presidente en Mar-A-Lago y la postura que tiene en el plano internacional.

El reciente discurso de Javier Milei en Mar-A-Lago durante su visita a los Estados Unidos donde fue el primer presidente que recibió Donald Trump desde su triunfo electoral, dejó algunas cuestiones analizables sobre la postura que sentó.

El consultor Federico González se refirió en la 99.9 a ese discurso y a lo que expresa, sobre todo en el exterior el máximo mandatario: “diría que Milei es como un presidente bifronte en este sentido. Tiene una mirada, obviamente puesta en el problema de Argentina, pero tiene otra mirada, hay otra faceta de su ser presidente, de su fenómeno político que tiene que ver con lo internacional, a la que le da una especial importancia. Y yo no recuerdo a ningún otro presidente de Argentina que le pusiera tanto énfasis al tema internacional y al tema de él como un líder, proyectarse como un líder internacional, como un líder global que tiene algo para decir al mundo”.

Ha logrado con su particular imagen despertar el interés de ciertos personajes pero para González hay que ver como funciona todo esto a futuro: “el hecho de ser una celebrity internacional de alguna manera pone a ciertos temas de Argentina en la agenda. Ahora, pero como todo eso siempre en las historias hay que medirla por el final. Por ahora, desde mi punto de vista, es una promesa de algo. Si efectivamente su gobierno termina siendo exitoso, entonces todo lo que pueda decir para el mundo va a ser importante, relevante, positivo y va a ser el milagro argentino. Ahora, si el gobierno termina no siendo exitoso, lo que hoy es virtud se va a transformar en todo lo contrario”.

Su discurso interno es distinto al que usa en el exterior y eso lo contrastó en su trabajo el consultor marplatense: “para Argentina la metáfora es la del león, la fuerza y el que guía la manada. En cambio internacionalmente, se puso como una especie de Prometeo que viene a traer luz en un mundo donde reinaba la oscuridad. Es una metáfora, pero también lo que ilustra es que hay un mensaje detrás de esa metáfora. Otra de sus metáforas era convertir a Argentina en un faro global de la esperanza y eso se entronca con Argentina como un caso testigo de la larga noche, de la oscuridad, de los 100 años de estatismo, del socialismo, de colectivismo. Desde ese punto de vista hay una narrativa que es “Miren, yo puedo hablar con propiedad de esto porque soy testigo de lo que pasó en nuestro país, que veníamos en el tobogán descendente hasta que vine yo, el fuego Prometeo, la luz de la libertad, y el mundo tiene que hacer eso, y yo soy un cruzado de esa causa”. Hay una narrativa muy clara respecto de eso”.

Con esa postura en contra de lo que se denomina como la izquierda, ha logrado sumar muchos adeptos, haciendo hincapié en algunas palabras puntuales: “a veces los liderazgos empiezan con una narrativa y con palabras. El otro tema es la jactancia y revalorización de la cuota de locura que hay que tener. Él ahí dice “nosotros los argentinos queremos volar a la vanguardia de estos vientos de cambio, por eso avanzamos a la velocidad que lo hacemos, aunque nos traten de locos. Me gusta ese apodo”, que lo dijo en inglés. El tema de la audacia de romper con las estructuras. Ahora, la audacia de romper con las estructuras en Argentina, concretamente quiere decir privatizar lo que haya que privatizar, lo que haya que regular, y echar en su lógica los ñoquis que hay que echar. En el mundo eso también es un mensaje. Algo que sobresalió, es lo del virus Wok donde dijo que la izquierda, entre resentimiento y la frustración que generó en términos políticos el éxito del capitalismo, comenzó a librar una batalla cultural para apropiarse del sentido común de los ciudadanos. ¿Cuál es el problema de la izquierda? El problema de la izquierda es que perdió la batalla en el lugar donde se libraba, con la caída del muro de Berlín. Pero entonces la siguió por ahí. Ve a la izquierda como una manga de resentidos y frustrados y envidiosos del éxito ajeno. Y entonces analiza toda la geopolítica internacional bajo el prisma de esa frustración inicial y de ese intento de seguir la guerra fría”.