Felipe Celesia: “Mandaron al muere a los soldados que participaron del desembarco en las Islas Georgias”

El periodista publicó el libro “Desembarco en las Georgias – La verdad sobre el misterioso incidente que desató la guerra” y contó los motivos de su investigación a través de la 99.9.

Dentro de la serie de hechos que estuvieron vinculados a la Guerra de Malvinas, hubo uno en particular que terminó desencadenando muchos hechos sucesivos y que no había sido abordado con la necesaria profundidad.

El periodista Felipe Celesia se encargó de investigar durante 3 años para publicar su libro “Desembarco en las Georgias – La verdad sobre el misterioso incidente que desató la guerra“. En la 99.9 contó los motivos por los que decidió profundizar en ese desembarco: “me entusiasmó que había una historia para contar. Este episodio no estaba contado, había datos sueltos y había una historia militar bastante oculta porque la organización fue desastrosa. Las cosas no fueron prolijas y terminaron con la muerte de 3 argentinos, 7 heridos muy graves y un helicóptero derribado en el contexto de una planificación que en los manuales militares sería reprobada”.

El operativo que se realizó tuvo muchos hechos inentendibles que derivaron en estas muertes: “la Junta Militar hizo en las Georgias lo mismo que hizo en el país. La necesidad política de lo que se planteaba en el Operativo Rosario, el desembarco en Malvinas que perseguía ocupar las Islas para después negociar, tenía como principal objetivo que no hubiera muertos británicos porque desencadenaría una reacción indetenible. Cuando fueron a tomar las Georgias, sabían que iba a ser defendida por 22 Royals Marines que es un grupo de elite, pero no le dijeron nada a los argentinos para evitar enfrentamientos. Cuando descendió el helicóptero con un grupo de Infantes de Marina de la Armada, los recibieron con una lluvia de balas donde se producen las primeras dos muertes”, relató.

Esta actitud de no decirles lo que les esperaba hace pensar que realmente los mandaron a morir a las islas Georgias: “no querían herir a los ingleses, pero se iban a defender. Les dijeron a los 40 militares que desembarcaron que a lo sumo podía haber algún científico con un arma de caza, pero no iban a encontrar resistencia. Fue tremendamente irresponsable por parte de los mandos porque estaba claro que la resistencia sería feroz. Mandaron a estos chicos al muere”.

Una parte de todos los que participaron en la misión, se empezaron a dar cuenta que había algo más grande detrás de un simple desembarco: “desde que parten desde la Corbeta Guerrico para tomar las Islas Georgias, empezaron a olfatear que la operación era bastante más de lo que le estaban blanqueando. Detectaron que los perseguía un submarino y era indicativo de que la cosa venía a gran escala. Me sorprende que no hayan saturado la playa para el desembarco porque era posible, había sólo 22 Royals Marines y el ejército argentino podría haberlo hecho”.

Como sucedió a lo largo de toda la Guerra de Malvinas, el nivel de improvisación que tenía el Ejército Argentino es un dato particular: “es sorprendente el nivel de precariedad con el que va la Armada a disputar ese conflicto tanto desde el recurso humano, los recursos materiales, la preparación de los hombres. Dan la imagen de una armada pobre que se pone un objetivo ambicioso que no puede cumplir”.