El economista jefe de BlackToro habló en la 99.9 sobre el desafío que representa el crecimiento luego de que la economía y sobre todo la inflación logren estabilizarse.
La economía en Argentina empieza a mostrar signos interesantes, sobre todo para un plan que está desarrollando el gobierno y en el cuál todavía existen dudas sobre su efectividad.
El Economista Jefe de BlackToro, Fernando Marengo, hizo en la 99.9 el análisis de lo que está sucediendo dentro de un programa a largo plazo, porque la salida no se encontrará en meses y tampoco en pocos años: “el programa económico tiene dos estadios, uno primero de estabilización y la segunda parte de crecimiento. Obviamente primero hay que estabilizar, si no es imposible pensar en crecer y solo la estabilización no es suficiente, después hay que ver cómo se crece. El programa en el estadio de estabilización está funcionando de acuerdo a lo que nosotros pensábamos. Cuando arrancó el programa, empezó con un ajuste de precios relativos muy fuerte, que fue el salto cambiario, la suba al impuesto al país, a los combustibles, prepagas, luz, agua, gas, todo muy fuerte y eso generó un salto inflacionario. Como la pobreza es una medición de qué le pasa a mis ingresos respecto de la inflación, cuando yo tengo un salto inflacionario, cae mi poder de compra y sube la pobreza. Ahora, en la medida que el programa empieza a funcionar y se desacelera la inflación, y en los últimos meses vemos que los salarios, las jubilaciones y la AUH crece más que la inflación, eso lo que hace que empiece a bajar la pobreza en el margen“.
De todas formas, el país sigue con un núcleo fuerte de pobreza que es histórico y que llevará muchísimos años de un mismo camino, poder recuperarlo: “la pobreza se mide como el ingreso respecto al costo de una canasta básica, pero yo también creo que la pobreza es mucho más amplia que eso. Es la calidad de la infraestructura; si tengo agua corriente, cloaca, baños, educación y la posibilidad de salir de esa pobreza. Está claramente relacionado con la educación. Es un tema multidisciplinario. La pobreza es algo mucho más estructural y en realidad, salir de la pobreza demanda mucho, mucho tiempo”.
A partir de esos primeros pasos que se cumplen, empieza otra etapa que para Marengo también es muy importante y sobre todo, plantea distintos desafíos: “el crecimiento trae un montón de cosas aparejadas. Hace algún tiempo empecé a decir en Argentina que no sé si los argentinos estamos dispuestos a vivir sin inflación. Siempre hablamos que la inflación lo beneficia al gobierno porque mejora la recaudación y licúa sus gastos, pero al sector privado le pasa lo mismo. Si yo tengo un almacén y todos los días subo los precios y a los proveedores les pateo el pago dos, tres semanas, le estoy licuando la deuda al proveedor. Si yo todos los días subo los precios, pero ajusto los salarios cada tres meses, estoy licuando los salarios. Si yo voy a pedir un crédito a un banco a una tasa, y después la inflación es más alta que la tasa de interés, estoy licuando el crédito. El desafío de pasar de la estabilización al crecimiento es justamente toda la parte de la economía que se benefició de la inflación, porque se financia con la inflación. En la medida que la inflación se va desacelerando, desaparece ese financiamiento y solamente sobreviven los productivos”.
Ahí es donde desaparecería toda la cadena financiera que hoy está enquistada y que cambiaría la lógica: “la inflación permite esconder ineficiencia. El sistema, como vivimos con inflación hace muchas décadas, me permite desarrollar un negocio rentable gracias a los manejos financieros. Muchas veces se dice en Argentina que todos los negocios son financieros porque yo puedo ser un gran empresario, un gran productor, un gran creativo, pero si no sé manejar mi finanza en Argentina, muy probablemente tenga problemas. Ahora, cuando desaparece la inflación, todo el negocio financiero desaparece y lo que queda el negocio real donde sobreviven son los productivos, los que pueden competir”.