El argentino, profesor de genética de poblaciones en la Universidad de Copenhague, se refirió en la 99.9 al estudio que realizaron con un grupo de trabajo evidenciando que no todos los pueblos vikingos eran iguales desde el color de ojos y pelo, hasta sus costumbres.
Hay algunos pueblos en la historia del planeta que han sido poco estudiados o bien, expresado históricamente por el relato de aquellos que los padecieron. Por eso, un grupo de investigadores decidió a través del estudio del genoma, tratar de descubrir la forma de vida de los vikingos.
En este grupo se encuentra el argentino radicado en Dinamarca hace 3 años, Fernando Racimo, profesor de genética de poblaciones en la Universidad de Copenhague. En la 99.9 comentó que “publicamos un estudio el mes pasado en la revista Nature donde secuenciamos genomas de sitios arqueológicos vikingos de toda Europa y de Groenlandia”. Luego abundó: “el estudio es colaboración de distintos científicos y duró más de 6 años desde su concepción. La idea era entender como era la composición genética y diversidad de los vikingos y otras poblaciones que interactuaron con ellos. Nos permitió estudiar el impacto de las expediciones vikingas y predecir como era su aspecto”.
Las leyendas alrededor de los vikingos son variadas, pero siempre se los personifica como rubios y de ojos claros, aunque la investigación revela que no era tan así: “lo que hacemos es una aproximación, una predicción que es relativamente acertada dentro de ciertos parámetros. Dentro del genoma hay diferentes mutaciones que afectan la probabilidad del color de ojos o de pelo. Para ese tipo de rasgos tenemos ciertos grados de certeza de donde están localizadas las mutaciones de estos rasgos. Hay otros más complicados, como la posibilidad de que uno tenga cierta enfermedad o la altura de la persona”, diferenció.
La conclusión es que los vikingos, como casi todos los pueblos del mundo, tenía diversidad en estos ítems: “verificamos esas mutaciones y encontramos que había muchos vikingos que probablemente tuvieran ojos y pelo marrones. También había algunos de ojos azules y rubios, pero no eran todos así, similares a los estereotipos. En muchos casos donde iban, se mezclaban con las poblaciones locales”.
Justamente la violencia y el sometimiento de los pueblos que iban colonizando, es otra de las leyendas constantes cuando se piensa en los vikingos. Para Racimo la conclusión después del trabajo realizado es otra: “lo que está emergiendo de la comprensión de como vivían los vikingos, si bien existía transporte de esclavo y violaciones a mujeres, no todas las poblaciones eran iguales. Tratamos de romper con ese estereotipo vikingo que se ha construido a lo largo de los años”.