Fernando Romero, autor del artículo “la mafia troska” señaló a través de la 99.9 su punto de vista sobre el accionar de los partidos de izquierda en las manifestaciones y remarcó que “son lo más parecido a un virus que utiliza células ajenas para reproducirse”.
La presencia de la izquierda en los últimos grandes conflictos del país es ineludible y el análisis del accionar de esta fuerza política es muy liviana. Fernando Romero, integrante de la Fundación Libre, decidió hacer su propia lectura de la intervención de estos sectores en un artículo titulado “La mafia troska”.
En la 99.9, explicó los motivos de este rótulo y los motivos para escribirlo: “el disparador fue el conflicto en Pepsico pero venía siguiendo a la izquierda desde la misma universidad. En la Facultad de Filosofía y Letras, los grupos de izquierda tienen una presencia muy importante y prácticamente se han adueñado de la Facultad. Es un tema muy poco abordado por los medios”.
La definición de mafia parece excesiva pero la manera de accionar es muy similar, según lo indicado por Romero: “una mafia es una organización que se dedica al crimen. Si vemos muchas de las prácticas de la izquierda como la toma de empresas, el corte de calles y demás, son actividades ilegales para conseguir un fin que es visibilidad política o conseguir recursos. Recurren también a la violencia, algo que vemos constantemente”.
En cuanto a los métodos para lograr el apoyo en sus manifestaciones, dio una definición contundente: “la izquierda generalmente gana estos espacios porque es muy habilidosa seduciendo con el diagnóstico. Tiene una gimnasia en la denuncia y el análisis, pero tiene un proyecto de acción completamente delirante”.
Es por eso que también nunca han llegado a lugares de poder reales, sino que se mantienen desde la oposición buscando los conflictos: “el troskismo no ha tenido ejercicio de poder nunca, quizás alguna intendencia provisoriamente, pero una provincia o un estado jamás. El objetivo más que tomar el poder, es forzar el sistema capitalista hasta su desaparición. Utilizan la tesis de la revolución permanente, forzar conflictos en todos los frentes”.
La manera de definirlos a los militantes de izquierda es comparable con un virus: “si queremos hacer una analogía maliciosa, son lo más parecido a un virus que utiliza células ajenas para reproducirse”, definió.