El abogado, integrante de Usina de Justicia se refirió en la 99.9 al caso del oficial Martín Rodríguez que fue preso por disparar y matar a uno de los delincuentes que querían robarlo. El juez interviniente no tomó en cuenta la prueba presentada en la causa y procesó al policía, al tiempo que sobreseyó a los delincuentes.
Una vez más, la justicia metió preso a un policía que disparó para defenderse de una banda de delincuentes que querían robarlo. Se trata del oficial Martín Rodríguez que padeció literalmente un robo donde terminó abatiendo a uno de los ladrones y fue preso.
El abogado Fernando Soto, integrante de Usina de Justicia es quien lo representa y habló en la 99.9 sobre el caso: “en 2018 estaba de servicio en Liniers, llenando la planilla del servicio que estaba brindando en su auto cuando pasó un auto, llegó hasta la esquina, clavó los frenos, dio marcha atrás y se bajan cuatro personas con armas. Le dijeron que se quede quieto, se bajó del auto y cuando vieron que tenía el uniforme policial escuchó que dijeron “matalo, es rati, matalo”. Comenzaron a disparar, él dispara y se defiende”.
En la balacera hubo heridos y hasta un fallecido pero el derrotero que tomaron fue diverso: “se escaparon y por las cámaras se detectó que fueron al Hospital Santojanni que estaba cerca. Uno herido de bala se fuga, uno de los que estaba en el auto estaba fallecido en el asiento de atrás. Otro de ellos se bajó a tomar vino y tenían marihuana y cocaína en el auto. El restante, entró a la guardia del Hospital diciendo que lo robaron. El que se fugó fue al Hospital Argerich donde trabajaba una tía y dijo que le habían robado, le tomaron declaración testimonial y no pudo decir donde fue, ni que le robaron”.
Todo esto consta en la causa y además, hay pruebas de que todo los involucrados en el robo, dispararon armas de fuego: “todos tenían antecedentes penales, los cinco tenían rastros de haber disparado. Dijeron que pararon porque iban a visitar a un amigo que estaba en el Santojanni. El juez lo procesó al policía diciendo que estaban todos arriba del auto y les disparó sin motivo ni razón. Además indico que el hecho de que tuvieran pólvora en las manos todos no era relevante, sobreseyéndolos. El fiscal apeló eso pero el policía quedó preso y procesado, logramos que la Cámara 6° le de la libertad inmediata y ahora vamos a recusar al juez”.
La deducción a la que llegan es que lo querían procesar sólo por el hecho de ser policía, sino no tiene sentido que un juez desestime toda la prueba presentada: “este chico tiene 29 años y estaban por matarlo. Después del hecho quedó muy asustado, pensó que darían la vuelta y lo iban a matar. Los antecedentes penales de esta gente eran múltiples, incluso fueron presos por otros robos una vez que los liberó el juez. Es una decisión que no se entiende, una cuestión ideológica, no se puede decir todo lo contrario a lo que dicen las pruebas”.
Soto indicó además que hay todo un sistema generado para que esto suceda y contó un detalle en particular: “el abogado que es defensor oficial, no está defendiendo, está acusando al policía. Es el defensor oficial a cargo de la oficina de asistencia a la víctima. Es el mismo que acusó a Chocobar. Con la plata de todos los contribuyentes hicieron una oficina de asistencia a la víctima y sólo interviene en casos de violencia institucional o disparos de policías. Esto es lo que hace el estado”.