El abogado habló en la 99.9 sobre el procesamiento de policías que disparan con su arma reglamentaria contra delincuentes y contó el caso específico en el que interviene.
En los hechos donde hay un policía de por medio que dispara su arma reglamentaria, hay una tendencia de procesar y detener inmediatamente al efectivo. Eso es lo que indicó el abogado Fernando Soto en diálogo con la 99.9 y especificando sobre un caso en particular en el que interviene.
El letrado marcó que “funcionario que dispara, sin importar las circunstancias, es procesado. Es el criterio de los fiscales, es un sesgo, hay un prejuicio que considera a los policías como represores, genocidas y gatillo fácil. Los detienen y en las fuerzas, cuando disparan les hacen un sumario, se abre una investigación, le sacan el arma y al investigarlo no puede hacer ningún tipo de ascenso. Quedan congelados en su carrera sólo por disparar”.
En algunos casos, los efectivos terminan en la cárcel directamente algo que representa un verdadero peligro: “algunos, puntualmente, los ponen en los pabellones de los chorros. Logramos cada tanto que liberen a alguno y que califiquen como legítima defensa, aunque sea exceso y a veces, tenemos algunos que son absurdos”.
Recientemente hizo público el caso de un policía que estaba trabajando como remisero y, en el contexto de un asalto, se enfrentó con el ladrón y terminó matandolo: “los disparos fueron adentro del vehículo y en el contexto de legítima defensa. Es el caso de Hugo Martínez de una carrera impecable con un sueldo magro y que hacía changas de remis para tener un mango más. Su esposa también es policía. Le piden un viaje, cuando para en el lugar, sube un hombre cuando había pedido un viaje una mujer. Cuando comienza a manejar, el pasajero saca una tijera filosa y se la pone en el cuello. Le pide la plata y se la da, Pero después quiere llevarse la mochila, el auto y le empieza a clavar en el cuello la punta de la tijera. Él saca el arma para defenderse”.
Ahí se dio el forcejeo del cuál devienen los disparos: “empezó a forcejear y dispara adentro del vehículo, le da algunos impactos. El ladrón pasa a la parte de adelante, abre la puerta, se quiere ir pero lo sigue atacando y ahí lo mata. El policía llamó al 911 y cuenta lo que pasó y avisó que se iba porque era peligroso. Policías uniformados tuvieron que llevarse el auto porque era una zona peligrosa y el fiscal lo mete preso. El fiscal le dijo que no tendría que haber disparado, sino abrir la puerta e irse. El policía siguió insistiendo en que se estaba defendiendo”.
A pesar de la situación, el Dr. Soto siguió adelante en la búsqueda de justicia: “nosotros apelamos, pusimos un perito y determinamos que los disparos fueron adentro del auto. También vimos que hubo una segunda persona que se acercó, lo identificamos y era el hermano del chorro que estaba dando respaldo. Una vecina también le dijo a la policía que los conocen, lo hacen permanentemente, piden taxis y remises para robarles todo lo que tiene. Pese a todo esto, el fiscal dijo que el policía salió a matar como un delincuente. Pedimos la excarcelación y se la dieron anteayer. Tenemos que mendigar justicia con alguien que cumplió con su deber”.