El abogado que integra Usina de Justicia, brindó su opinión en la 99.9 sobre el caso del jubilado que mató a uno de los delincuentes que entró a robar a su casa. “A una persona que se defiende en su casa cuando lo quieren robar, no pueden juzgarlo como si saliera a matar”, afirmó.
El caso del jubilado Jorge Adolfo Ríos que recibió la prisión domiciliaria luego de que, en defensa propia cuando 5 delincuentes lo estaban robando en su propio domicilio (3 fueron los que ingresaron), destornillador en mano y luego de haberlo golpeado, mató a uno de los que irrumpieron en su casa; ha traído una fuerte discusión social.
Es que el sistema judicial lo ubican al agredido como el agresor, dejando de lado la violenta intrusión inicial. El abogado que integra Usina de Justicia, Fernando Soto, opinó en la 99.9 que “por una parte está la ley y por otra la gente que la aplica. Generalmente la ley no es mala, la legítima defensa hace un siglo que está en el Código Penal y a su vez está tomada de unos 30 años antes. El sentido común lo resuelve y hay que aplicarlo”.
El planteo que se ha hecho, para el letrado no es acertado bajo ninguna circunstancia: “a una persona que se defiende en su casa cuando lo quieren robar, no pueden juzgarlo como si saliera a matar. Le reprochan que lo mató en distintas circunstancias, fuera de su casa pero hay una autorización para recuperar las cosas que nos son robadas. Dentro del Código Civil nos dan la facultad de detener a quien nos roba y recuperar nuestras cosas. Si a uno lo vuelven a agredir en ese momento, también tiene derecho a la legítima defensa”.
Sin embargo, al momento de llegar a la justicia, las interpretaciones son realmente sorprendentes: “hay un divorcio muy grande entre como interpretan la ley los jueces y fiscales y como lo vemos nosotros en la sociedad. Un juzgado popular absolvería a este jubilado”, afirmó Soto.
Por eso, consideró que más allá de las consideraciones del sistema, este tipo de casos se deben someter a la figura del juicio por jurados: “lo que hacen los fiscales genera que salgan de la cárcel luego los presos y a la gente común nos juzgan de la forma que deberían juzgar a todos los delincuentes. El jurado popular es una buena solución para este tipo de temas”.