El abogado habló en la 99.9 sobre dos proyectos que están trabajando e introducirán en el Congreso esta semana para que se comience a debatir.
Después de la resolución en el caso de Lola Chomnalez con la utilización del Registro de Datos Genéticos en Uruguay, trae a discusión una vez más la necesidad de ir a un trabajo similar en nuestro país.
El abogado Fernando Soto está trabajando en un proyecto que apunta a ello, teniendo en cuenta que nuestro país ya cuenta con un Registro, pero según aclaró en la 99.9 “es para la identificación criminal y existe desde 2013 sólo para delitos sexuales y para condenados. Es una enorme diferencia con el proyecto que estamos enviando y que es para todos los delitos y todos lo imputados, como es en Uruguay. Es un sistema donde se identifica a la gente con el rastro genético”.
Justamente, el integrante de Usina de Justicia, explicó de que se trata esa diferencia: “ahora no hace falta para tener un perfil genético contar con una muestra de sangre, semen u orina, alcanza con lo que se denomina ADN de contacto, es decir por todo lo que tocamos. Esa huella genética no permite identificar a la persona por su sexo ni su edad. Es como si miráramos una huella dactilar, no el dedo. No sabemos si es alguien de 60 años o de 20, si es varón o mujer; pero podemos saber si es la misma persona. Hay un software con el ADN de las escenas del hecho y de los imputados. Se genera como un código de barra y los compara”.
Ese es uno de los caminos que ahora tratarán de transitar y para ello estarán presentando un proyecto en el Congreso donde se empezará a debatir del tema. También señaló que están trabajando otra iniciativa que empezará a discutirse el miércoles en la Legislatura y tiene que ver con los delincuentes que entran y salen muchas veces: “los jueces no valoran las detenciones anteriores y alguien que es detenido 14 veces, es liberado. El miércoles expondremos en el Congreso para exponer sobre las leyes de reiterancia. Aquellos que cometan delitos reiterados, a la tercera vez vaya preso y quede preso. Es un cambio que nunca se hizo en Argentina, en Mendoza está legislado y no estamos descubriendo nada; en muchos lugares del mundo es así”.