El Comité Internacional de la Cruz Roja trabaja en la identificación de las restos de los soldados muertos en la guerra. El Gobierno recibirá el resultado final y después lo comunicará a las familias.
En lo que desde sus inicios fue un proyecto inédito, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) procesa ya las muestras tomadas en 121 tumbas del cementerio de Darwin (Malvinas) que contienen los restos de argentinos que no pudieron ser identificados al final de la guerra de 1982. En diciembre el Gobierno recibirá los resultados finales, que luego comunicará a los familiares uno por uno. En Darwin hay un total de 230 tumbas, de las cuales 116 están identificadas (entre estas hay dos fosas comunes). Pero las otras 121 llevan una lápida con la leyenda “Soldado argentino sólo conocido por Dios”. Bajo mandato de un acuerdo firmado el año pasado por los gobiernos de Argentina y Reino Unido, la CICR busca identificar antes de fin de este año esos restos mortales.
“Miembros del equipo forense del Comité Internacional de la Cruz Roja que participaron del Proyecto Humanitario en las islas Falkland/Malvinas (así se conoce este trabajo) se reunieron la semana pasada con el propósito de seguir trabajando sobre los informes iniciados durante el trabajo de terreno en las islas, tomando en consideración los resultados de ADN ya disponibles. Durante el encuentro, ellos buscaron definir los próximos pasos para completar los resultados de acuerdo con la agenda establecida en el Plan de Proyecto Humanitario”, se limitó a informar la oficina de prensa del CICR ante una consulta de Clarín.
Al mismo tiempo, según confirmó también el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, se están redactando los protocolos que desembocarán en encuentros con cada una de las familias que aceptaron este proceso de identificación y brindaron su perfil genético para alimentar un banco de datos específico con este objetivo. A su vez, desde Derechos Humanos también se está conformando un equipo psicólogos, escribanos y funcionarios junto a la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur -que actualmente preside María Fernanda Araujo- para encarar las entrevistas con cada madre, padre, hijo o hermano que se haya inscripto como encargado de recibir la información correspondiente a la identidad de su pariente.
El trabajo del CICR terminará con la identificación de los caídos. Pero Avruj informó que posiblemente para el año que viene el Gobierno prepare un viaje de las familias a Darwin, en donde se colocarán las lápidas con nombre y apellido de aquellos argentinos que pudieron ser reconocidos en este análisis de ADN. El secretario de Derechos Humanos consideró que hay un 90% de efectividad en el trabajo efectuado por el CICR, del que también participó el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Precisamente fue en el laboratorio del EAAF ubicado en Córdoba donde se hicieron los análisis de ADN de las 121 tumbas, cuyos resultados luego deberán ser reconfirmados en institutos de España y Reino Unido.
Según pudo interpretar Clarín, lo que el CICR está haciendo ahora es consolidar los informes de identificación, de acuerdo a los protocolos y tiempos acordados para el Plan del Proyecto Humanitario (PPH). Los resultados permitirían determinar en el futuro a quien pertenecen las muestras obtenidas en cada caso, es decir, su identificación.
Que se tengan los perfiles ADN de los restos que se tomaron entre junio y agosto -cuando se hicieron las exhumaciones en el cementerio de Darwin- no significa que se identificaron aún quienes serían las personas a cuyos perfiles corresponden.
Además, entre los soldados que sobrevivieron a la guerra y enterraron a sus compañeros después de cada batalla, cuentan desde hace años que entre los no identificados puede no haber cuerpos completos, y también que en alguna de las tumbas podría haber no sólo restos de una sola persona.