Un grupo de expertos de la Universidad de Granada, en España, informó que el consumo moderado de esta bebida, luego de realizar ejercicio físico, “permitiría recuperar las pérdidas hídricas igual que el agua”.
Conseguir que el deporte sea una actividad social que, además, fomente hábitos de vida saludable, es uno de los objetivos que persigue el Centro de Información Cerveza y Salud que este lunes organizó una charla y una carrera en Cáceres.
En ese marco, el catedrático de Fisiología de la Universidad de Granada, Manuel Castillo, manifestó en rueda de prensa que las conclusiones se basan en una investigación realizada para determinar la “idoneidad de la cerveza en la recuperación del metabolismo hormonal e inmunológico de los deportistas tras el ejercicio físico”.
Para Castillo, en el deporte que no es de elite, “es muy importante que hacer ejercicio vaya asociado a pasarlo bien, para que exista una continuidad”. En este sentido, apuntó que dar a conocer los resultados de esta investigación puede ayudar a que el deporte se convierta en “un acto social”.
El consumo moderado de cerveza, tanto en su variedad tradicional como sin alcohol, tras realizar ejercicio físico, “puede permitir recuperar las pérdidas hídricas igual que el agua”, aseguró. Y agregó que el consumo moderado se establece entre dos y tres cañas diarias para los hombres, y entre una y dos para las mujeres, aunque dependerá de cada personas.
Por otro lado, Ruth Jiménez, profesora de la Universidad de Extremadura, señaló la importancia de “configurar patrones de conducta en la población que favorezcan un estilo de vida saludable, para aumentar la calidad de vida y reducir el riesgo de padecer enfermedades”.
Para poner en práctica lo aprendido, la jornada cerró con la carrera “Beer Runners”, de cuatro kilómetros de recorrido por el campus universitario, con cerveza y aperitivo tras cruzar la meta.