De la mano del gigante de la industria de impresión, Stratasys, la compañía de automóviles busca incorporar el método de impresión en tres dimensiones a su cadena productiva. Cómo buscan generar valor y para que se va a usar.
¿Será el próximo modelo de automoviles impreso en 3D? Es una posiblidad. Por el momento, la compañía Ford está experimento seriamente con el método de impresión en tres dimensiones. Junto al gigante de la industria Stratasys (una compañía dedicada a la impresión desde hace varios años que tuvo ganancias por 700 millones de dólares en los últimos años) montaron un experimento para que Ford pueda ver las oportunidades que existen en la industria automotriz para le impresión 3D.
La idea de Ford es abaratar costes imprimiendo muchas de las piezas de sus vehículos con impresoras 3D, algo que ofrecería beneficios instantáneos tanto para los usuarios como para el propio fabricante. El Centro de Innovación de la firma en Dearborn ya trabaja en esta tecnología para poder integrarla en el futuro. Esto ofrecería la posibilidad de personalizar el aspecto de nuestro vehículo o reparar las actuales con otras nuevas fabricadas casi en el acto y con un coste mucho menor que las piezas actuales.
Para fabricar las actuales piezas de la carrocería del coche hacen falta moldes en su fabricación que son realmente costosos, y que condicionan la producción de piezas sólo a un gran número de ellas. Lo que traería la impresión 3D, por poner un ejemplo, sería la creación en el propio taller de una pieza a medida de nuestro coche de forma casi instantánea, reduciendo costes de fabricación y por supuesto también en el precio final para el usuario. Además se podría crear piezas de carrocería más ligeras e igual de resistentes que reducirían el consumo de gasolina. En cualquier caso es una idea muy interesante que pronto podríamos ver convertida en realidad en nuestros vehículos.