Como parte de una reestructuración de operaciones, el gigante del óvalo cerrará las tres plantas que tiene en el país vecino. La decisión le costará u$s 4100 millones, entre indemnizaciones, acuerdos y créditos fiscales
A 100 años de la inauguración de su primera planta en ese país, Ford anunció que, en 2021, dejará de fabricar vehículos en Brasil. Esta decisión implica el cierre de tres plantas industriales y, según anunció la automotriz estadounidense, espera que su implementación le signifique cargos antes de impuestos u$s 4100 millones en su balance.
Brasil siempre fue, por volumen, la mayor operación de Ford en América del Sur. Tan importante fue ese país en la historia del gigante de Dearborn, Michigan, que el propio Henry Ford decidió radicar ahí Fordlandia, ambicioso proyecto radicado en el medio del Amazonas, con el que, entre fines de los ’20 e inicios de los ’30, buscó asegurarse la provisión de caucho.
No obstante, pese al fin de sus operaciones industriales, el país seguirá siendo cabeza de su oficina regional y, además, mantendrá su centro de diseño.
La iniciativa es parte de una reestructuración de u$s 11.000 millones que el gigante automotor activó para recuperar 8 puntos de margen operativo. Ese plan incluye la estrategia de especializarse como un fabricante de vehículos comerciales, pick-ups y utilitarios deportivos (SUV). En consecuencia, eso implica cesar el montaje de automóviles para pasajeros, principal gama de productos que Ford hacía en Brasil.
A ese país, también tenía asignada la fabricación de camiones, otro mercado que dejará de lado el gigante del óvalo. En noviembre, de hecho, vendió su instalación de San Bernardo do Campo, San Pablo, donde producía este tipo de vehículos.
“Ford Motor Company anunció hoy que atenderá a los clientes de la región de Sudamérica con un portafolio de emocionantes SUVs, pick-ups y vehíclos comerciales conectados y, cada vez, más electrificados procedentes de la Argentina, Uruguay y otros mercados, al mismo tiempo que Ford Brasil cesa sus operaciones de fabricación en 2021“, informó la empresa, a través de un comunicado.
El shut-down implicará el cierre de la planta de Taubaté, donde hacía motores y cajas de cambio, y la de Camacarí, un gigante enclavado 75 kilómetros al norte de la ciudad de Salvador y que, una década atrás, fue su gran apuesta en América del Sur: un complejo con capacidad para 250.000 autos por año, sede del mentado “Proyecto Amazon”, que alumbró las primeras generaciones de la EcoSport, el Fiesta y el FiestaMax. Invirtió u$s 4000 millones en esa fábrica e hizo más de 3 millones de vehículos desde 2001. En estos días, sólo estaba haciendo la EcoSport, el Ka y su versión sedán (Ka+).
La tercera fábrica que cerrará ahora Ford en Brasil es la de Horizonte, donde hace el todoterreno Troller (T4).
“Con más de un siglo en Sudamérica y Brasil, sabemos que estas son acciones muy difíciles pero necesarias para crear un negocio saludable y sostenible”, manifestó Jim Farley, presidente y CEO de Ford.
“Nos estamos moviendo hacia un modelo de negocio ágil y de estructura liviana, cesando la producción en Brasil y atendiendo a los clientes con algunos de los mejores y más emocionantes vehículos de nuestro portafolio global”, agregó.
“También aceleraremos la disponibilidad para nuestros clientes de los beneficios de la conectividad, electrificación y tecnologías autónomas para abordar de manera eficiente la necesidad de vehículos más amigables con el medio ambiente y seguros en el futuro“, completó.
“Ford atenderá a la región con su portafolio global de producto, incluyendo algunas de sus líneas de vehículos más apreciados, como la nueva pick-up Ranger (fabricada en la Argentina), la nueva Transit, la Bronco, Mustang Mach-1, y planea acelerar la introducción de varios nuevos modelos conectados y electrificados”, reseñó la empresa, en su comunicado.
“Ford continuará atendiendo a sus clientes con operaciones de ventas, repuestos, servicio y garantía en Brasil y Sudamérica. Ford mantendrá, también, su Centro de Desarrollo de Producto en Bahía, su Campo de Pruebas en Tatuí (San Pablo) y sus oficinas regionales en San Pablo“, aclaró.
La empresa, además, informó que comenzará a trabajar con sindicatos y otros stake-holders en las consecuencias de los cierres. “Nuestro dedicado equipo de Sudamérica logró un progreso significativo en la transformación de nuestras operaciones, incluida la discontinuación de productos no rentables y la salida del negocio de camiones pesados”, expresó Lyle Watters, presidente de Ford Sudamérica y del Grupo de Mercados Internacionales.
“Además de reducir los costos en todos los aspectos del negocio, lanzamos Ranger Storm, Territory y Kuga e introdujimos servicios innovadores para nuestros clientes. Mientras que estos esfuerzos mejoraron los resultados durante los últimos cuatro trimestres, la continuidad de un entorno económico desfavorable y la carga adicional de la pandemia dejaron en claro que era necesario mucho más para crear un futuro sostenible y rentable”, añadió.
Hace un mes, como parte de esta transformación, Ford anunció una inversión de u$s 580 millones para reconvertir su planta argentina y producir allí la próxima Ranger, pick-up que la fábrica de General Pacheco hace desde su primera generación, en 2003.
Iniciará el montaje en 2023 y planea un piso mínimo de producción de 60.000 unidades, de las cuales dos tercios serán de exportación.
Como parte de esta reestructuración estratégica, Pacheco ya había sufrido en 2019 la baja del Focus, sedán que producía desde 2001.
En el comunicado, Watters agregó que, además de la recientemente confirmada producción de la próxima generación de Ranger y de la llegada de Bronco -marca relanzada de SUV-, el Mustang Mach-1 y la Transit (utilitario que montará en Uruguay, con una inversión de u$s 50 millones), Ford planea anunciar más nuevos modelos, incluido un nuevo vehículo enchufable.
“Esto incluye expandir los servicios conectados e introducir nuevas tecnologías autónomas y electrificadas en los mercados”, destacó.
Camacarí y Taubaté cesarán funciones inmediatamente, con la producción de algunas piezas durante pocos meses para no desabastecer totalmente al mercado de reposición. “La planta de Troller, en Horizonte, continuará operando hasta el cuarto trimestre de 2021“, añadió.
“Como resultado, la compañía finalizará las ventas de EcoSport, Ka y T4 una vez que los inventarios sean agotados“, indicó.
“Las operaciones de manufactura en la Argentina y Uruguay, y las filiales de ventas en otros mercados de Sudamérica no se verán afectadas”, aclaró.
Añadió que, de los u$s 4100 millones asentados como cargo, u$s 2500 millones corresponderán a 2020 y u$s 1600 millones a u$s 2021. Esta última cifra es por la baja de créditos fiscales y depreciaciones y amortizaciones aceleradas por el cierre de las operaciones.
Los u$s 2500 millones, en tanto, es lo calculado por pagos en efectivo -principalmente, a lo largo de este año- en concepto de despidos, rescisiones, acuerdos y otros desembolsos.