Francia pospone la eliminación del ticket de compra en papel a agosto

Esta medida, que tiene como principal objetivo proteger el medio ambiente, ya había sido aplazada dos veces. El Gobierno justificó la nueva prórroga con la inflación y la importancia del recibo como punto de referencia.

Tras dos aplazamientos, Francia finalmente pondrá fin al recibo impreso el 1 de agosto de 2023, según se confirmó el sábado en un anuncio publicado en el boletín oficial. La supresión del recibo obligatorio tiene como principal objetivo proteger el medio ambiente.

La medida deriva de una ley de economía circular aprobada en 2020 y en principio debía entrar en vigor el 1 de enero de 2022. Inicialmente se pospuso al 1 de abril, y ahora se ha fijado la introducción de esta medida para el 1 de agosto. El Gobierno ya había admitido el mes pasado que no se podría mantener el 1 de abril. El Gobierno justificó el nuevo aplazamiento con la subida de precios en los supermercados: “Cuando se tiene una inflación del 15% en las estanterías y el recibo es un punto de referencia para muchos franceses, nos parecía importante preservar este punto de referencia hasta que haya pasado el pico de inflación”, declaró la Viceministra de Comercio, Olivia Grégoire.

A partir del 1 de agosto sólo será posible seguir llevándose a casa un recibo de papel a petición expresa de los clientes. Cada año se imprimen en Francia cerca de 30.000 millones de recibos de caja. Según una encuesta de la Asociación Francesa del Comercio Minorista, más de la mitad de los franceses siguen queriendo pedir explícitamente una copia impresa en papel en el futuro. La autoridad de protección de datos Cnil quiere desarrollar propuestas de solución para una forma de recibo electrónico que respete la protección de datos, que los clientes podrían recibir, por ejemplo, escaneando un código QR que se regenera en la caja después de cada transacción.