En medio de su recorrida por la Plaza San Pedro antes de su audiencia general, un peregrino le convidó a Bergoglio la tradicional infusión argentina.
Hay tradiciones argentinas que el papa Francisco extraña desde el Vaticano. Si bien recibió varios mates de regalo desde que asumió su pontificado -entre ellos, uno que le llevó la presidenta Cristina Kirchner-, el ex arzobispo porteño Jorge Bergoglio no tiene la misma facilidad de compartir un mate con los suyos que tenía en la Catedral de Buenos Aires. Por eso, esta mañana, mientras recorría la plaza San Pedro en su papamóvil antes de la audiencia general, no dudó en aceptar el mate que le convidó un peregrino que había ido a escuchar su catequesis.
En la audiencia, el Papa dijo que también él, “como todos”, ha tenido dudas en el camino de la fe.
“Todos hemos experimentado la sensación de estar perdidos, de tener dudas e inseguridades. ¿Quién no los ha tenido en su camino de la fe? También yo. Y esto forma parte de este camino y no nos tiene que sorprender porque somos seres humanos, marcados por la fragilidad y limitaciones”, señaló el papa argentino en su catequesis.
El Santo Padre hizo esta reflexión tras explicar la expresión “comunión de los santos” que, según dijo, tiene dos significados relacionados: “La comunión en las cosas santas y entre las personas santas y también que existe una comunión de vida entre los que creemos en Cristo y nos hemos incorporado a Él en la Iglesia por el bautismo”.
“Nuestra fe necesita el apoyo de los demás, especialmente en tiempos difíciles. Y si estamos unidos, la fe es fuerte. ¡Qué hermoso es para apoyarse mutuamente en la aventura de la fe!”, agregó el papa ante los cerca de 50.000 fieles que abarrotaron como cada miércoles la plaza de San Pedro.
“Sin embargo -continuó- en estos tiempos difíciles hay que confiar en Dios, a través de la oración, y al mismo tiempo, es importante encontrar el valor y la humildad para estar abierto a los demás en busca de ayuda y pedir una mano”.