El representante de los vecinos de la Zona Roja habló a través de la 99.9 luego de una nueva movilización que realizaron en las ultimas horas: “los concejales del Frente de Todos hablan de encontrar la convivencia pero no podemos convivir con la venta de drogas y la prostitución”.
Los vecinos de la denominada Zona Roja de la Ciudad de Mar del Plata siguen reclamando por el derecho a tener una vida medianamente normal y no convivir todos los días con la prostitución y la venta de drogas. Realizaron entonces una nueva movilización para dejar en evidencia la situación pero además con un mensaje claro para los concejales del Frente de Todos.
Quien se expresó a través de la 99.9 fue Francisco, uno de los vecinos en cuestión quien señaló que “la última novedad fue la aprobación para que se de la Audiencia Pública pero no tuvimos más novedades. En el día a día sigue siendo lo mismo, hay agresiones contra los vecinos y es algo muy complejo. Parece que estuvieran esperando que pase algo. Hay vecinos que recibieron botellazos y amenazas hace pocos días y lo seguimos viviendo a diario”.
En cuanto a la propuesta del grupo de concejales del FdT respondió que “hablan de convivencia con los vecinos pero no es una cuestión de convivencia porque no se puede convivir con la venta de drogas y la prostitución. Ayer hicimos una movilización en el barrio para que se vea que seguimos y no nos cansamos de reclamar porque estamos cansados de todo lo otro que nos pasa. Nos llama la atención que avalen la venta de droga y la prostitución”.
En este caso habló de agresiones concretas a los vecinos para intimidarlos y eso sucedió en medio de un mecanismo que diseñaron para tratar de cuidarse entre ellos: “le tiraron botellazos a los vecinos que hacemos acampes varias veces por semana para cuidar nuestras esquinas y tener un poco de tranquilidad. Ahí fue cuando recibieron botellazos del colectivo trans. Anteriormente hubo apedreadas. El vecino tiene que ir a poner el cuerpo por nuestras veredas y nuestras cosas; sin embargo nadie hace nada”.
La protección judicial y policial recae sobre la comunidad trans que desarrolla su tarea en esa zona pero los vecinos están absolutamente desamparados: “los trans tienen más poder legal que nosotros, por eso sigue todo. Hay sectores que no quieren dar el brazo a torcer para resolver el problema. Se habló de cupo trans, de capacitar, de inclusión y eso está bien pero no es una solución porque no podrán terminar con la prostitución. Hay gente que lo elige y lo seguirá haciendo pero no pueden seguir ejerciéndola en la puerta de nuestras casas”.