La enfermedad remitió en el 88% de los pacientes que recibieron esta nueva terapia.
En los Estados Unidos, dieron los primeros pasos en el desarrollo de una terapia que actúa dando instrucciones al sistema de defensas del propio cuerpo para que reconozca y ataque a las células afectadas por un tipo de leucemia. Eso ocurrió en el prestigioso centro Memorial Sloan Kettering de los Estados Unidos, donde el 88% de los pacientes que recibieron la terapia consiguieron remitir la enfermedad.
Sin embargo, el éxito de la experimentación debe ser considerado limitado. Se aplicó hasta el momento en 16 pacientes que estaban al borde de la muerte, aunque hay otro ensayo más amplio en curso. Y además, su precio es altísimo: cuesta 100.000 dólares por persona, aunque los expertos esperan que el precio baje cuando las empresas se involucren más y el acceso se expanda.
En el mundo, se producen 352.000 casos nuevos cada año (que representan el 2,5% de los casos de cáncer anuales). En la Argentina, se estima que hay 3.000 casos nuevos de leucemia por año, según la Fundación para Combatir la Leucemia (Fundaleu). De ese último total, la leucemia linfoblástica aguda representa el 80% de todos los casos en adultos.
Los investigadores de los Estados Unidos, liderados por Michael Sadelain, llevaron a cabo el estudio de 16 pacientes que sufrían ese tipo de cáncer de la sangre, específicamente la leucemia linfoblástica aguda de las células B. Generalmente, esta enfermedad se trata hoy con quimioterapia y, en algunos casos, con terapias dirigidas y trasplantes. Pero no todos los pacientes responden a esos métodos.
Lo que están desarrollando ahora es una terapia que consiste en extraerle sangre al enfermo y obtener células T, para luego practicar una manipulación genética. Al hacerlo, las células modificadas son reintroducidas en el paciente y pueden reconocer a las células cancerosas para atacarlas. Los resultados: 14 de 16 pacientes lograron una remisión completa luego de que fueran modificadas sus células T.
Algunos de los casos exitosos fueron identificados. Dennis Billy, de Wynnewood, en el Estado de Pensilvania, fue el primero en recibir el tratamiento hace más de dos años. Le practicaron también un trasplante de médula ósea y hasta hoy su leucemia está controlada. Otro de los que participó en el ensayo, Paolo Cavalli, dueño de un restaurant en Oxford, Connecticut, continúa en remisión completa tras 8 meses de haber recibido su tratamiento personalizado.
“La nueva inmunoterapia es un tratamiento que recién se está empezando a desarrollar. Si siguen obteniendo buenos resultados podría aprobarse y llegar a la Argentina”, opinó la médica hematóloga Ana Inés Varela, del Hospital Ramos Mejía, de Capital. Y agregó: “lo que tiene de original es que modifica genéticamente a las células T para que luego ataquen a las células malignas. Y lo positivo es que el efecto podría ser más prolongado que las terapias actuales. Abre la posibilidad de manejar más específicamente a la leucemia”.