George Zimmerman, un vigilante vecinal de origen peruano, fue declarado inocente de los cargos de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario, tras ser acusado de disparar y asesinar al adolescente Trayvon Martin, en un trágico hecho que abrió el debate sobre la raza y los derechos civiles.
Un jurado compuesto por seis mujeres absolvió a George Zimmerman de los cargos de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario, del que fue acusado cuando en febrero de 2012 en Sanford, Florida acabara con la vida del joven de raza negra Trayvon Martin, mientras paseaba desarmado. Desde San Francisco a Washington se produjeron manifestaciones pacíficas en recuerdo de Trayvon.
Luego de tres semanas de testimonios, el jurado no ha creído la versión de la fiscalía de que Zimmerman persiguió a Martin y asumió que era un criminal, por su raza y su manera de vestir, lo que provocó una pelea que acabó en la muerte del joven de 17 años. Sybrina Fulton y Tracy Martin, padres divorciados del joven, no estaban en la sala en el momento de leerse el veredicto.
Durante el juicio, Zimmerman sostuvo su versión que disparó a Martin en defensa propia después de que el adolescente le golpeara su cabeza contra el suelo. Por este hecho, el vigilante afrontaba una condena de cadena perpetua, en el caso de ser declarado culpable de asesinato en segundo grado, y de hasta treinta años de cárcel por el de homicidio involuntario.
Según Zimmerman actuó en defensa propia porque Martin le pegó un puñetazo en la nariz, le empujó y, al caer al suelo, el muchacho se sentó a horcajadas sobre él y comenzó a golpearle y sacudir su cabeza contra el suelo, por lo que tuvo que defenderse y dispararle.
Esa noche, Martin regresaba a la casa de la pareja de su padre y caminaba por la urbanización de la población de Sanford, en el centro de Florida, con la capucha del suéter puesta.