Raúl Ciappina, presidente del Colegio de Ingenieros de Mar del Plata, analizó en la 99.9 las múltiples causas detrás del corte de gas en la ciudad. Apuntó a la falta de inversión, la paralización de obras estratégicas y la ausencia de un plan energético nacional.

El reciente corte de gas que afectó a distintos sectores de Mar del Plata no fue un episodio más. Así lo explicó Raúl Ciappina, presidente del Colegio de Ingenieros local, quien en diálogo con la 99.9 calificó la situación como “un apagón térmico inédito” y advirtió que se trató de “un fenómeno multicausal que evidencia la falta de planificación e inversión energética de décadas”.
Ciappina detalló que el fenómeno se dio en un contexto de consumo récord, con una demanda de gas 25% superior al mismo período del año anterior. “Tenemos reservas suficientes de gas para muchos años, pero no contamos con la infraestructura necesaria para transportarlo. La falta de un plan energético sostenible y la paralización de obras nacionales claves generaron este combo fatídico”, afirmó.
Uno de los puntos críticos fue la planta compresora de Churrón, desde donde Camuzzi abastece a Mar del Plata y la región. Según explicó el ingeniero, allí se produjo una merma del 25 al 30% en el caudal de gas. A esto se sumó el mal estado de avance del Gasoducto “Perito Francisco Pascasio Moreno”, cuyo tramo hacia Santa Fe aún está inconcluso: “La inauguración fue simbólica. A cinco metros de la tarima, el caño terminaba. No había continuidad en la obra”, remarcó.
Además, hubo otros factores más que influyeron: «los inconvenientes técnicos que surgieron en proximidades de Vaca Muerta también ayudaron, la paralización de obras que si bien es a nivel nacional, repercute en todas las jurisdicciones, las mencionadas falencias en el transporte, algo que se viene comentando desde hace tiempo y que el sector ya lo conoce y se le suma eso en los últimos años, e incluso esto sigue con lo reciente: hay un perfil exportador en el modelo de negocio».
El colapso afectó primero a industrias y estaciones de GNC con contratos interrumpibles, pero también impactó a usuarios residenciales. “Hubo domicilios donde el gas se cortó completamente. En mi casa, en la zona norte, quedó apenas una llama encendida. Fue un problema real y generalizado en varios barrios, como Rumencó, donde el sistema está más tensionado”, señaló Ciappina.
El dirigente técnico aclaró que aún resta una investigación profunda, pero insistió en que “no hay una sola causa ni un solo responsable”. Y agregó: “Se pagó el precio de años de inacción. En el país hace décadas que no se elabora un plan energético serio. No se trata de echar culpas ahora, pero sí de reconocer que este tipo de episodios se repetirán si no se corrige el rumbo”.
Además, mencionó el rol del cambio climático como un factor creciente de estrés sobre las redes energéticas: “Las temperaturas extremas son más frecuentes y nuestros sistemas, pensados a principios del siglo pasado, ya no están a la altura. La infraestructura que tenemos quedó por debajo del tamaño real que tiene hoy Mar del Plata”.
Finalmente, Ciappina sostuvo que es urgente avanzar hacia un cambio en la matriz energética nacional: “Las fuentes renovables no son la solución completa, pero sí parte del camino. Y sobre todo debemos repensar el transporte, que es el mayor consumidor de energía en el mundo. En ese aspecto estamos a años luz”.
El apagón térmico dejó a la vista una fragilidad estructural que, de no resolverse, podría volverse habitual. Para los profesionales del sector, el mensaje es claro: sin planificación energética, no habrá previsibilidad ni seguridad para los usuarios.