Si bien los trenes aún no habían sido fabricados, el error de cálculos significará un retraso de operaciones de al menos dos años. Los trenes estaban destinados a conectar algunas regiones del norte de España.
El presidente de la compañía ferroviara española Renfe y la número dos del ministerio de Transportes presentaron su renuncia el lunes luego de ordenar la compra de unos trenes demasiado grandes para los túneles que debían cruzar.
Isaías Taboas, al frente de Renfe desde junio de 2018, “ha presentado su dimisión”, informó una portavoz de esta compañía pública.
David Lucas, hasta ahora secretario general de Vivienda, será el nuevo secretario de Estado de Transportes, mientras que Raúl Blanco, que fue alto cargo del Ministerio de Industria, será el nuevo presidente de Renfe, anunció el ministerio de Transportes que dirige Raquel Sánchez.
Dos semanas de polémicas
Hace algunos días, Sánchez había avisado sobre la posibilidad de destituciones: “no me va a temblar la mano para exigir responsabilidades”, declaró a la prensa.
Las dimisiones se producen dos semanas después de haber estallado la polémica por el encargo de 31 trenes que iban a ser usados en regiones del norte de España, debido a que su tamaño resultó ser demasiado grande para algunos túneles que tenían que atravesar.
Se dieron cuenta antes de construir los trenes
El pedido, por un importe de 258 millones de euros ($275 millones), se adjudicó en junio de 2020 al fabricante español ferroviario CAF, competidor de la francesa Alstom y la alemana Siemens.
Según Renfe, fue CAF, con sede en el País Vasco (norte), la que se dio cuenta en marzo de 2021 de que las dimensiones suministradas durante la licitación no eran las correctas y alertó a las autoridades antes de empezar a producir los trenes.
“Nunca hubo un riesgo de que se construyesen trenes con dimensiones erróneas porque el fabricante tenía la obligación (…) de comprobar que sus propuestas tenían cabida en la red”, justificó Renfe.
El error implica un retraso
De todas maneras, según la empresa pública, este incidente provocará un retraso en la entrega de los trenes, que estarán en circulación a principios de 2026 y no 2024, como estaba previsto inicialmente.
El caso ya le costó el cargo, a principios de mes, al gerente de gestión de equipos de Renfe y a otro alto funcionario de la Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif).
Críticas de la oposición
Desde que salió a la luz, el error generó una gran polémica y la oposición conservadora acusó al presidente socialista Pedro Sánchez de “ocultación culpable”, en un año de elecciones locales y nacionales.
“Usted preside un gobierno que encarga trenes que no caben por los túneles, con casi dos años de ocultación culpable, y ya veremos lo que nos costará a todos ese problema”, le lanzó a Pedro Sánchez la portavoz del Partido Popular, Cuca Gamarra.
Adif y Renfe abrieron una investigación conjunta para esclarecer lo ocurrido, y Raquel Sánchez se reunió con los presidentes de las dos regiones afectadas, Cantabria y Asturias.