El economista y ex presidente del Banco Central de Bolivia habló en la 99.9 sobre los problemas que tiene en la actualidad el presidente Luis Arce ante los desbalances macroeconómicos.
Bolivia está atravesando una delicada situación económica que terminará en el corto plazo con una devaluación. Hasta hace poco tiempo, se hablaba de las bondades de la economía de ese país, pero el presente es muy distinto.
El economista y ex titular del Banco Central de Bolivia, Gabriel Espinoza habló desde el vecino país en la 99.9 explicando porque cambió el escenario: “había indicadores macroeconómicos muy positivos durante mucho tiempo, por lo menos desde 2005 pero estaban vinculados a un entorno externo muy positivo con tasas de interés baja, un flujo de dinero extremadamente alto y un mundo con inflación baja. Esto cambió desde 2021 y además teníamos acumulados varios desbalances macroeconómicos que no se visibilizaban”.
Al momento de puntualizar sobre eso problemas ocultos que salieron a la luz, explicó que “uno de ellos es el gasto fiscal que se debe, sobre todo, a las importaciones de hidrocarburos. Tenemos el diesel y la gasolina subsidiados desde 2005. Esto hizo que se acumulen los costos de mantener la provisión de gasolina a ese precio. En el 2021 y 2022 se aceleró con la situación externa y hubo una caída muy fuerte en la producción de gas con uno de los principales clientes que es Argentina. Eso generó un desbalance en el ámbito cambiario que fue compensado con el consumo de las reservas internacionales. Hasta finales de 2022 hubo un punto crítico donde las reservas en divisas ya eran muy bajas para sostener las obligaciones del país”.
Todo suena muy “argentino” y el camino que eligieron fue copiar las medidas del gobierno de nuestro país, obteniendo el mismo resultado: “a finales de enero de este año, el Banco Central implementó una medida que se tomó como una “argentinización de la economía” tratando de implementar un tipo de cambio diferencial para los exportadores y esto detona las expectativas de la gente que es lo que lleva a la situación actual con una demanda que supera ampliamente a la oferta, un Banco Central que no está publicando información respecto de las reservas internacionales y una perspectiva que da por descontada la devaluación en la economía boliviana”.
Como pasa en Argentina, el gobierno del MAS encabezado por Luis Arce está tratando de sobrevivir al problema y dejarle las responsabilidades de solucionarlo a quien venga después: “el gobierno de Arce trató de patear la pelota hacia adelante, está tratando de aprobar la posibilidad de utilizar las reservas de oro para monetizarlas; pero hay un pugna interna dentro del MAS que ha evitado que la ley se apruebe. Adicionalmente, el gobierno niega la crisis, indica que es un problema transitorio de liquidez lo que lleva a una falta de medidas concretas”.
En materia energética, no están en condiciones de revertir la situación en estos momentos, pero si se está tratando de buscar una salida a futuro: “se está apostando al litio pero el escenario político es difícil de llevar porque tiene poca gestión política y sería muy difícil implementar nuevos contratos”, finalizó.