Gabriela: “La contaminación va para largo mientras las autoridades locales no trabajen para ponerle fin al asunto”

La vecina del Barrio Colina de Peralta Ramos habló en la 99.9 acerca de las reuniones que mantuvieron en las última semanas y destacó que no hay respuesta alguna.

La Central 9 de Julio sigue siendo un foco de contaminación para los vecinos de la ciudad de Mar del Plata. En el Barrio Colinas de Peralta Ramos, ven como esa polución tanto ambiental como auditiva, se propaga día a día sin que nadie les brinda una respuesta.

Una de las vecinas, Gabriela, habló en la 99.9 sobre lo que fue sucediendo en los últimos días y que no ha llevado a ningún cambio: “por medio de Defensoría del Pueblo tuvimos una reunión con el presidente de la empresa y autoridades municipales donde nos prometieron que las máquinas serían controladas y que clausurarían la máquina que estaba andando mal. Eso fue hace 15 días y ahora resulta ser que la máquinas están funcionando a un sonido que, creemos que es bajo, pero siempre está duplicando lo que permiten nuestros oídos”.

Incluso este fin de semana, la máquina siguió funcionando sin que ningún funcionario municipal se anoticiara, sino no era por los vecinos: “no han cumplido con lo que prometieron desde Centrales de la Costa Atlántica. Este fin de semana la máquina funcionó extremadamente alta. Me comuniqué con algunas autoridades para informarles lo que estaba pasando. El ruido era insoportable, nos tuvimos que ir hasta la puerta de la Usina, no nos atendieron, nos maltrataron y no salió el Jefe Técnico. De la Municipalidad nos mandaron a la gente de Nocturnidad a las 11 de la noche, ya era ridículo”.

Las promesas ya pasan a ser vacías porque no hay respuesta alguna a pesar de todo lo que dicen los funcionarios que van a hacer: “el viernes el intendente se comprometió en elevar la denuncia al Ministerio y que clausuren la máquina. El sábado tuvimos que volver a insistir porque la máquina seguía sonando y otra vez nos mandan a que hagan las revisiones. Nosotros tenemos que estar atentos a todo y las autoridades no”.

En esa famosa reunión en la Defensoría del Pueblo, no quedó registro alguno de lo hablado, más allá de lo que hoy pueden contar vecinos como Gabriela: “la reunión en la defensoría sólo fue de palabra. Estábamos los vecinos, los tres defensores, gente de Medio Ambiente de la Municipalidad y el presidente de la Empresa con su representante legal. En ningún momento reconocieron que las máquinas están funcionando mal. Incluso nos pidieron una especie de autorización para poner en marcha las máquinas entre 60 y 90 minutos para hacer las mediciones y ver como estaban funcionando. Esto va para largo, mientras las autoridades municipales no trabajen para ponerle fin al asunto”.