El secretario de Seguridad Interior sugirió en A dos voces que los integrantes del Lof no colaboraron con la investigación.
El secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, no tiene dudas: sugiere que los integrantes de la Pu Lof en resistencia de Cushamen dieron testimonios falsos, plantaron pruebas y dificultaron los rastrillajes en donde fue visto por última vez Santiago Maldonado. De todas maneras, aclaró que el objetivo principal, lejos de polemizar con los mapuches, es encontrar al joven, de 28 años, para demostrar que el caso no es una desaparición forzada. A 43 días, sin embargo, la investigación acumula más dudas que certezas.
“El juez (Guido Otranto) luego deberá decidir si hay falsos testimonios y pruebas plantadas porque el objetivo principal ahora es encontrar a Santiago”, consideró Milman en A dos voces. “La hipótesis de los ochos gendarmes fue aportada por nosotros. Si uno tiró piedras, será sancionado por conducta indebida”, insistió.
El número dos del ministerio de Seguridad recordó que el collar encontrado por la Policía Federal (PFA) en el territorio mapuche no tiene ADN de Maldonado. Tampoco las camionetas usadas en el operativo del 1 de agosto. Sólo una de las tres prendas aportadas por familiares del joven tiene su patrón genético. “El rastro de ADN de Santiago en el buzo significa que fue usado por una persona viva el 15 de agosto en el Lof”, explicó, aunque evitó aclarar si era el propio Maldonado.
“Matías Santana hizo dos declaraciones diferentes, una encapuchado, otro conforme a derecho. Nosotros indagamos a 70 gendarmes para descartar el delito más grave: la desaparición forzada”, continuó Milman.
Finalmente, al igual que su jefa Patricia Bullrich, el secretario de Seguridad Interior defendió a Gendarmería: “Es una institución que hay que preservar por sus resultados en el combate contra el narcotráfico”.